(El Mercurio).- Una nueva víctima cobró el camino Putre-Arica, ubicado en la XV Región del país. Ayer, en esta ruta, a los 44 años, falleció el destacado empresario Claudio Musso Molina -socio y gerente general del grupo de empresas de servicios de tecnología de la información, Digevo-, quien además era licenciado en filosofía de la Universidad Católica de Valparaíso y magíster en Ciencias Políticas de la Universidad de Chile.
El ejecutivo regresaba de una expedición de cinco días acompañado de un grupo de 16 aficionados motociclistas -todos amigos, empresarios y ejecutivos de empresas de Santiago- desde el Salar de Uyuni (Bolivia).
Pérdida de control
A 102 kilómetros de la ciudad de Arica, una camioneta Nissan Terrano color gris oscuro, placa UX 3128 -en cuya cabina viajaban un hombre y una mujer-, perdió el control y se cambió sorpresivamente de pista, impactando de frente a la moto que conducía Musso, a las 11:15 de la mañana de ayer.
El empresario -que en el pasado trabajó varios años para el gobierno de Alemania en Europa- murió de forma instantánea debido al impacto.
Musso, quien era viudo, deja una hija de doce años.
Testigos de los hechos y carabineros que se hicieron presentes en el lugar del accidente automovilístico señalaron que éste, probablemente, se debió al mal estado de la ruta, que había sido reparada recientemente y que había sido habilitada para el tránsito de vehículos solamente el pasado día lunes. La empresa constructora encargada de la reparación fue Remavesa.
Consultados miembros de la compañía que hacían reparaciones en el lugar, explicaron que el arreglo se realizó ocupando una mezcla de agua, líquido asfáltico y gravilla.
Este último material -que se encontraba suelto sobre la superficie reparada, y que no fue removido por la empresa- habría sido una de las causas que habrían provocado el accidente, según aseguraron testigos presentes en el lugar.
La muerte de Claudio Musso generó imágenes de gran dolor en el sitio del accidente, especialmente entre sus compañeros de viaje, quienes fueron testigos del trágico acontecimiento.
Fuente / El Mercurio |
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