(El Mercurio). Moda, menos calorías, más suave y más rico. Ésas son las principales características que esbozan los nuevos consumidores de vino espumoso -que tradicionalmente se conoce como champagne, denominación que hoy sólo puede usarse si el producto viene de la ciudad francesa del mismo nombre-. Y es que a nivel nacional, mujeres y jóvenes han hecho que el mercado de esta bebida esté moviéndose más que nunca, ya que el consumo se ha hecho cada vez más común tanto en reuniones sociales como en restaurantes. Por eso, no es raro encontrar más marcas de vino espumoso en los supermercados, lo que ha hecho crecer las ventas de algunas de ellas hasta en 50% en comparación con el año pasado. Tal es el caso de Pernod Ricard, con sus marcas Mumm y Perrier. Despegue interno Se trata de un mercado que al año vende cerca de 450 mil cajas a nivel nacional y que, en total -según datos del mercado-, está creciendo a tasas en torno al 10%. Mientras las mujeres prefieren esta bebida, por las bajas calorías en comparación con los aperitivos tradicionales, los jóvenes lo toman por lo refrescante e innovador. "Los jóvenes han descubierto lo agradable que es al combinarlo con bebidas energéticas u otros licores, como Drambui o en Kir Royal", dice Anita Olhaberrt, product manager del espumoso Cava Codorniu, de Distribuidora Errázuriz. Por su parte, Claudio Cilveti, director de Marketing VSPT Wine Group de Viña Mar, explica que los chilenos están perdiendo la timidez y empezando a descubrir que los espumantes "son un complemento muy amplio y pueden ser tratados como un vino, tanto de aperitivo como para marinar, y estamos aprendiendo a valorar el origen de la uva, su materia prima, el método de elaboración, su fruta, acidez balanceada, etcétera". Asimismo, según un informe realizado por Euromonitor, esta tendencia se debe a que los chilenos están mostrando cada vez más interés hacia productos de mayor sofisticación. En este escenario, viñas que no tenían espumosos han lanzado líneas, como sucedió con Concha y Toro con su marca Casillero del Diablo Brut Reserva, que apareció a principios de año, y que arriben franceses, como los recién llegados champagne Drappier y Gran Cuvée, de Casa Boher. Otro de los factores que son claves a la hora de que los chilenos elijan su marca de vino espumoso es el envase. Según explican en Viña Undurraga, éste debe evocar "cercanía". "La imagen recargada, con mucho dorado, con filigrana, es considerada lejana; es como estar vestida de gala a diario, lo que no es habitual, y más nos aleja del consumidor, en vez de acercarnos", explica Ricardo Schiller, gerente comercial de Viña Undurraga. Por lo mismo, señala que ellos están optando por etiquetas de color naranja: "un color entusiasta, vibrante y, por cierto, que se ve en góndola". En el sector dicen que el desarrollo que está teniendo el vino espumoso era predecible, dado el comportamiento que ha tenido este producto en Argentina, donde "la moda" viene desde hace tiempo, o en Brasil, donde son grandes consumidores del producto. Por lo mismo, dicen que va más allá de una simple moda, y los expertos se atreven a aventurar que el consumo crecerá y se mantendrá en el tiempo. Jean-Marc Vankilsdonk, gerente de Pernod Ricard, opina que la tendencia se veía venir, ya que en todos los mercados importantes, cuando el vino tradicional logra un gran desarrollo, los consumidores más expertos buscan el paso siguiente, que es el vino espumoso. Si de gustos se trata, los consumidores chilenos más sofisticados buscan productos más secos, con burbujas finas y persistentes, con un cierto color amarillo. En cambio, quienes están iniciándose en el consumo de esta bebida, buscan un producto más suave que sirva para acompañar cualquier comida, a precio razonable. Para el mundo La mayor cantidad de vino espumoso que se consume a nivel nacional es de producción local, pero las viñas chilenas no sólo están abocadas a satisfacer este pujante consumo, sino también tienen grandes expectativas puestas en el desarrollo de las exportaciones. Según explica René Merino, presidente de la Asociación de Vinos de Chile y gerente general de Viña Casa Tamaya, el interés por los espumantes no sólo se está dando en Chile, sino que a nivel internacional la situación es aún mejor, y a pesar de la crisis. Merino dice que la coyuntura económica no ha afectado a este producto, sino que, por el contrario, los productos chilenos han logrado posicionarse a mejores precios. De esta forma, en el último año registran un aumento de 30% en el precio promedio, con lo que las exportaciones han crecido 10% en valor, siendo los principales destinos Venezuela, Reino Unido y Japón. Hoy, de US$ 1.400 millones que se exportan en vino, US$ 10 millones son de espumosos. Una cifra que esperan revertir a medida que las estrategias de marketing que está llevando a cabo la Asociación de Vinos de Chile logre que estos vinos penetren con más fuerza en otros países. Los jóvenes prefieren tomarlo en discoteques y reuniones sociales, donde muchos mezclan el espumoso con otros licores o bebidas energéticas. En el sector dicen que el desarrollo que está teniendo el vino espumoso en Chile era predecible, dado el comportamiento que ha tenido este producto en Argentina o Brasil. Algunos espumosos que hay en el mercado Para los jóvenes Aprovechando el auge que el vino espumoso está teniendo entre los más jóvenes es que las diferentes marcas están sacando líneas de botellas individuales (en la imagen, Chandon Extra Brut de 187 cc, de Viña Santa Rita). Estos productos son mayormente consumidos en fiestas y discotecas por los menores de 30 años. Entre otras marcas, también Undurraga y Mumm tienen estos productos en el mercado nacional. Etiqueta naranja Porque ya no es una bebida exclusiva de Año Nuevo o de celebraciones especiales, es que en Viña Undurraga han optado por cambiar las etiquetas, haciéndola más "cercana", según señalan. De esta forma, los espumosos más tradicionales de esta marca (como el Demi Sec, de $2.500) dejaron atrás los colores dorados que evocaban elegancia y fiestas de gala, para dar paso a las etiquetas naranjas. Además, dicen en la empresa que resaltan más en las góndolas de supermercados. Darse un lujo Aunque todavía el mercado de los espumosos en Chile tiene mucho camino por recorrer, eso no ha sido impedimento para que productos de exclusivas marcas del mundo se encuentren a la venta en el país. Y es que ya hay muchos que están dispuestos a pagar cada vez más por satisfacer sus gustos. Una de las marcas exclusivas del mundo que han llegado al país es Perrier-Jouet (que en el mercado cuesta unos $130.000), traída a Chile por Pernod Ricard. Lanzan plan en el Biobío Que Chile tenga mayor producción de vino espumoso de calidad. Así podría resumirse el objetivo del programa que la próxima semana lanzará Andes Wine, en la región del Bío Bío. Con charlas a cargo del enólogo Francoise Massoc, para la promoción de la zona, los expertos en marketing vitivinícola pretenden resaltar entre los productores de vinos tradicionales las bondades climáticas y de geografía de la región, similares a zonas de Francia donde se produce vino espumoso de alta calidad. Según explica el agrónomo y gerente general de Andes Wine, Maximiliano Morales, debido al desarrollo de los espumosos en el país, hay necesidad de contar con productos de mayor calidad, tanto para consumo interno como para exportaciones. El experto cuenta que ya hay muchos interesados en fabricar vinos espumosos premium en la zona. Fuente: Diario El Mercurio |
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