El gerente ante el cambio
Noviembre 1, 2009 de Juan Carlos Valda
Cada vez más, el cambio se manifiesta dinámicamente en los escenarios económicos, provocando muchas veces situaciones alarmantes para el sistema empresarial, que conlleva a que la gerencia este preparada para afrontarlos a fin de determinar el alcance, las repercusiones que éste genera, así como las amenazas que surgen, pero también las oportunidades.
El entorno administrativo en la última década se torna muy dinámico, especialmente en el caso venezolano, en donde las acciones del estado han generado un escenario turbulento, de incertidumbre, claramente manifestado por la inestabilidad política que ha incidido significativamente en el sector empresarial del país. Mucho de los efectos propiciado por el Estado ha conllevado a muchas empresas dejar de operar, otras hacerlo con incertidumbre, temor, y otras, ha reestructurar sus estructuras administrativas, programas a fin de que puedan seguir funcionando.
Lo cierto, que todo ello obliga a la actual gerencia a prepararse, a fin de enfrentar los retos que generan los cambios, a dar paso a las acciones, programas, estrategias que ayuden a evitar que estos sean negativos. En concreto, se debe estar bien atento a lo que el cambio representa e involucran -
No se debe olvidar, ante este tema, que hay quienes se atreven a decir, que el hombre ha sido preocupación que se ha elevado a la categoría del pensamiento. El ilustre profesor Manuel Luís Escamilla en cierta oportunidad comentó con énfasis, que los contornos ontológicos del ser humano de tiempos pasados de poco pueden servirnos, porque nunca la complejidad del mundo alcanzó mayor altura que hoy y eso es justamente lo grave. Una sana hermenéutica de la historia puede quitar los velos a las imágenes del hombre pasado, pero no puede pedirle una respuesta para el problema moderno. El hombre que ya fue, sólo puede estar en correlato con éste mundo que también ya fue. Para enfrenta por tanto nuestro problema humano, no hay más recursos que los que podamos obtener de nuestra propia naturaleza actual, y más esperanzas que las posibilidades proyectivas que caben a nuestro tiempo. El hombre y su conciencia han estado en toda la época en duro juego, más nunca como ahora. Para nosotros el hombre es l a más alta preocupación; es el tema de nuestro tiempo y más con la actualidad económica, una verdadera catástrofe, aunado a las amenazas de las variables circundantes, de contingencias que se están dando en el escenario del país.
De ahí, la importancia del análisis de la gerencia moderna ante los cambios. Especialmente cuando se enfrenta a la Globalización, a un gobierno que quiere incursionar en el Socialismo, a las nuevas aperturas económicas, alianzas, amenaza tecnológica, competitividad, miseria, desempleo; nuevo estilo de liderazgo gerencial, una ciencia administrativa que ha generados nuevos conocimientos, herramientas.
Hoy se está dando mayor énfasis a la sensibilización y despertar del individuo en el seno de la organización, tratando de lograr una verdadera satisfacción en el trabajo; de meditar sobre la idea de que las personas crean unos mundos que les impresionan ya no solo corresponde al pensamiento social, a la literatura, sino a la misma administración. La realidad ante los cambios conlleva a meditar sobre Platón, que fue uno de los primeros en presentar intelectualmente el predicamento de que el ser humano estaba prisionero de sus pensamientos y acciones. Su alegoría de la caverna que se encuentra en el Libro VII de la República, proporciona una imagen evocadora que ha inspirado a muchos a explorar las relaciones entre la ilusión y la realidad. ¿Qué representan estos cambios?
No se puede pasar por desapercibido, las aportaciones que nos propician los enfoques humanistas, de las distintas fuerzas o corrientes psicológicas en pro de entender al hombre (gerente para nuestro caso); así los trabajos de FReud, Jung y otros, han desarrollado nuevos acercamientos al problema básico, enlazando la idea de que los hombres están atrapados por sus preocupaciones, imágenes y pensamientos con la necesidad de una crítica radical de tal situación.
Al respecto, Gareth Morgan (1993) comenta, que esta es la esencia fundamental del tradicional humanismo radical, construido en la idea que mientras el individuo crea un realidad lo hace de una forma confinada o incluso alienada. En este sentido , la imagen de la presión psíquica , radicaliza muchas de las ideas sobre la noción de cultura, cambio, sugiriendo que las representaciones, los cumplimientos y los lenguajes juegan la conformación de la vida de cada día, y que puede haber mucho más confinamiento del que típicamente presumimos.
Ante la evidencia de un escenario cambiante, se destaca, que en la teoría de la organización el reto a las formas de pensamiento donde las cosas se dan por sentadas está bien establecido, especialmente en los trabajos de los teóricos que reconocen el rol de los paradigmas y de las metáforas en la configuración de cómo pensamos ( Morgan, Burell, 1979) Schon (1979)
En un nivel práctico, se ha desarrollado la idea de que las soluciones a los problemas dependen en la forma que estos se plantean, y que debemos desarrollar metodologías para escapar de las trampas cognitivas por medio del pensamiento crítico dialéctico o de cualquier otro tipo (Mitroff 19981)
Es lamentable ,que en los momentos actuales, pocos teóricos de la organización hayan prestado atención a la comprensión de la naturaleza del cambio. Es así, como algunos análisis tienden a ser descriptivos (Stalker y Burns, 1961) o ser analíticos (Lawrence y Lorech, 1970: Aldrich, 1979), pero ninguno muestra como ocurre el cambio.
El gerente moderno tiene que involucrarse en una nueva cultura para enfrentar y entender los cambios, al reconocer que cumplimos y representamos la realidad del mundo cotidiano tenemos un potente medio para pensar en nuestra cultura. Con este medio debemos intentar comprender la cultura como un progresivo y actual proceso de construcción de la realidad que nos lleve a un completo fenómeno de cultura viva. En esta comprensión no puede verse la cultura sólo como una simple variedad de sociedades de organización que la forman sino como fenómenos activo y vivo a través del cual cada persona crea y recrea el mundo que vive.
De ahí, la importancia que la gerencia tenga presente en los cambios, el que la organización es una representación de una realidad compartida, especialmente para lograr su percepción y cognición de comprender a las organizaciones como un fenómeno cultural.
Ante la evidencia de amenazas, fortalezas, oportunidades en los cambios, el gerente apoyado en la visión, representada de la cultura, nos conduce a ver que las organizaciones son esencialmente estructuras de realidades sociales, que descansan en la mente de sus miembros que las concretan en series de reglas y relaciones.
Autor: Carlos Mora Vanegas
Ing. Industrial-administrador, abogado. EGADE (ITESM), UC, Postgrados maestrías en Administración de empresas; calidad y productividad ; educación Doctorado en Educación Profesor titulare investigador Area de Postgrado de Faces UC. Consultor -asesor empresarial DEPROIMCA www.deproimca.com Exatec
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RODRIGO DONZALEZ FERNANDEZ
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