CANCÚN, LAS LLUVIAS Y LA CORTE PENAL INTERNACIONAL. EDITORIAL 246 |
CANCÚN, LAS LLUVIAS Y LA CORTE PENAL INTERNACIONAL. EDITORIAL 246 |
Revista Insurrección 246 |
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Puede parecer un acertijo, pero se encuentran íntimamente relacionadas la Cumbre sobre Cambio Climático, que recién concluyó en el balneario mexicano de Cancún, con las intensas lluvias que azotan a Colombia, Panamá y Venezuela, y con la celebración en Nueva York de los primeros 10 años de funcionamiento de la Corte Penal Internacional (CPI). Todo el mundo sabía de antemano, que cada nueva Cumbre sobre Cambio Climático es tan estéril, como las anteriores, debido a la falta de voluntad política de las potencias mundiales, al seguirse negando a reducir la emisión de gases tóxicos, causantes del Calentamiento Global. Ellas son las que más contaminan y las que menos se comprometen a cambiar.
Por lo tanto, el Calentamiento Global seguirá incrementándose y en el rincón más occidental del océano Pacífico, seguirán creándose fenómenos naturales, como La Niña, que en su desplazamiento hacia el oriente, seguirán inundando con inagotables lluvias el norte de Suramérica. Viajó el Presidente Santos a Nueva York a la celebración del décimo aniversario de la CPI, pero su visita quedó convertida en una recolecta de caridad entre los jueces, destinada a los damnificados por las lluvias en Colombia; a quienes enseguida se vio obligado a visitar, en el barrio La Gabriela, de Bello. Sólo cuando quedaran sepultados 150 colombianos bajo un alud de tierra, en La Gabriela, se le ocurrió al presidente hacerse presente, por primera vez en un sitio de desastre invernal. ¿Qué iban a celebrar la CPI y Santos? A decir verdad ni el presidente ni la CPI tienen mucho que celebrar con respecto a Colombia. No hay que olvidar que el régimen de Bogotá adhirió a la CPI, pero solicitó una dispensa por los primeros nueve años, para no cumplir sus leyes, referidas a crímenes de Lesa Humanidad. ¿Cuántos crímenes de Lesa Humanidad se perpetraron en Colombia en el periodo 2000-2009? Estaba previsto perpetrar estos crímenes, desde antes de cometerlos y por ello pidieron permiso a la CPI, para no acatar sus leyes. Por ello estamos ante un horrendo caso de impunidad planificada, pues la CPI al concederles a la elite dominante esta verdadera 'licencia para matar', también los excusó para no comparecer ante ella por estos crímenes. Razón tenía Walter Benjamin (1892-1940) cuando dijo que: "Los genocidios modernos han sido 'científicos' y planificados, no son obra de un solo individuo sino de todo un sistema social". Por último, ¿qué tiene que ver la CPI con los damnificados por las lluvias? Son los desplazados por el conflicto social y armado que vive Colombia, las víctimas más numerosas y más damnificadas por este desastre invernal. Ellos son quienes construyen tugurios en terrenos próximos a derrumbarse y a inundarse. Ellos son los que siembran sus cosechas en los orillas de los ríos y quebradas. Ellos son los más afectados por las pestes derivadas de las inundaciones, al no contar con ninguna protección social. Ellos son los últimos que llegaron a cada sitio y por tanto los peor instalados. Ellos son 4 millones de compatriotas, de los que dos tercios son mujeres. Como todo el mundo conoce, los desplazados fueron despojados de sus tierras por el ejército gubernamental y sus aliados narco paramilitares, quienes los masacraron, desparecieron y desterraron, aprovechando los nueve años de impunidad otorgados por la CPI. ¿No es una rara coincidencia que los capos del narco paramilitarismo hayan sido extraditados a los Estados Unidos el 13 de mayo de 2008, a punto de expirar la licencia que les otorgaron para perpetrar este genocidio? ¿Y que los EEUU no hayan adherido hasta ahora al Estatuto que dio origen a la CPI? En algo les remuerde la conciencia a los jueces de la CPI, cuando enviaron una limosna a los damnificados por las lluvias, que antes fueron víctimas del genocidio amparado por ellos. Lo que suena cínico, es que ahora feliciten a Santos, "por haber mejorado el cumplimiento de los Derechos Humanos en Colombia". |
CANCÚN, LAS LLUVIAS Y LA CORTE PENAL INTERNACIONAL. EDITORIAL 246 |
Revista Insurrección 246 | |
lunes, 13 de diciembre de 2010 | |
Puede parecer un acertijo, pero se encuentran íntimamente relacionadas la Cumbre sobre Cambio Climático, que recién concluyó en el balneario mexicano de Cancún, con las intensas lluvias que azotan a Colombia, Panamá y Venezuela, y con la celebración en Nueva York de los primeros 10 años de funcionamiento de la Corte Penal Internacional (CPI). Todo el mundo sabía de antemano, que cada nueva Cumbre sobre Cambio Climático es tan estéril, como las anteriores, debido a la falta de voluntad política de las potencias mundiales, al seguirse negando a reducir la emisión de gases tóxicos, causantes del Calentamiento Global. Ellas son las que más contaminan y las que menos se comprometen a cambiar.
Por lo tanto, el Calentamiento Global seguirá incrementándose y en el rincón más occidental del océano Pacífico, seguirán creándose fenómenos naturales, como La Niña, que en su desplazamiento hacia el oriente, seguirán inundando con inagotables lluvias el norte de Suramérica. Viajó el Presidente Santos a Nueva York a la celebración del décimo aniversario de la CPI, pero su visita quedó convertida en una recolecta de caridad entre los jueces, destinada a los damnificados por las lluvias en Colombia; a quienes enseguida se vio obligado a visitar, en el barrio La Gabriela, de Bello. Sólo cuando quedaran sepultados 150 colombianos bajo un alud de tierra, en La Gabriela, se le ocurrió al presidente hacerse presente, por primera vez en un sitio de desastre invernal. ¿Qué iban a celebrar la CPI y Santos? A decir verdad ni el presidente ni la CPI tienen mucho que celebrar con respecto a Colombia. No hay que olvidar que el régimen de Bogotá adhirió a la CPI, pero solicitó una dispensa por los primeros nueve años, para no cumplir sus leyes, referidas a crímenes de Lesa Humanidad. ¿Cuántos crímenes de Lesa Humanidad se perpetraron en Colombia en el periodo 2000-2009? Estaba previsto perpetrar estos crímenes, desde antes de cometerlos y por ello pidieron permiso a la CPI, para no acatar sus leyes. Por ello estamos ante un horrendo caso de impunidad planificada, pues la CPI al concederles a la elite dominante esta verdadera 'licencia para matar', también los excusó para no comparecer ante ella por estos crímenes. Razón tenía Walter Benjamin (1892-1940) cuando dijo que: "Los genocidios modernos han sido 'científicos' y planificados, no son obra de un solo individuo sino de todo un sistema social". Por último, ¿qué tiene que ver la CPI con los damnificados por las lluvias? Son los desplazados por el conflicto social y armado que vive Colombia, las víctimas más numerosas y más damnificadas por este desastre invernal. Ellos son quienes construyen tugurios en terrenos próximos a derrumbarse y a inundarse. Ellos son los que siembran sus cosechas en los orillas de los ríos y quebradas. Ellos son los más afectados por las pestes derivadas de las inundaciones, al no contar con ninguna protección social. Ellos son los últimos que llegaron a cada sitio y por tanto los peor instalados. Ellos son 4 millones de compatriotas, de los que dos tercios son mujeres. Como todo el mundo conoce, los desplazados fueron despojados de sus tierras por el ejército gubernamental y sus aliados narco paramilitares, quienes los masacraron, desparecieron y desterraron, aprovechando los nueve años de impunidad otorgados por la CPI. ¿No es una rara coincidencia que los capos del narco paramilitarismo hayan sido extraditados a los Estados Unidos el 13 de mayo de 2008, a punto de expirar la licencia que les otorgaron para perpetrar este genocidio? ¿Y que los EEUU no hayan adherido hasta ahora al Estatuto que dio origen a la CPI? En algo les remuerde la conciencia a los jueces de la CPI, cuando enviaron una limosna a los damnificados por las lluvias, que antes fueron víctimas del genocidio amparado por ellos. Lo que suena cínico, es que ahora feliciten a Santos, "por haber mejorado el cumplimiento de los Derechos Humanos en Colombia". |
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lunes, 13 de diciembre de 2010 | |
Puede parecer un acertijo, pero se encuentran íntimamente relacionadas la Cumbre sobre Cambio Climático, que recién concluyó en el balneario mexicano de Cancún, con las intensas lluvias que azotan a Colombia, Panamá y Venezuela, y con la celebración en Nueva York de los primeros 10 años de funcionamiento de la Corte Penal Internacional (CPI). Todo el mundo sabía de antemano, que cada nueva Cumbre sobre Cambio Climático es tan estéril, como las anteriores, debido a la falta de voluntad política de las potencias mundiales, al seguirse negando a reducir la emisión de gases tóxicos, causantes del Calentamiento Global. Ellas son las que más contaminan y las que menos se comprometen a cambiar.
Por lo tanto, el Calentamiento Global seguirá incrementándose y en el rincón más occidental del océano Pacífico, seguirán creándose fenómenos naturales, como La Niña, que en su desplazamiento hacia el oriente, seguirán inundando con inagotables lluvias el norte de Suramérica. Viajó el Presidente Santos a Nueva York a la celebración del décimo aniversario de la CPI, pero su visita quedó convertida en una recolecta de caridad entre los jueces, destinada a los damnificados por las lluvias en Colombia; a quienes enseguida se vio obligado a visitar, en el barrio La Gabriela, de Bello. Sólo cuando quedaran sepultados 150 colombianos bajo un alud de tierra, en La Gabriela, se le ocurrió al presidente hacerse presente, por primera vez en un sitio de desastre invernal. ¿Qué iban a celebrar la CPI y Santos? A decir verdad ni el presidente ni la CPI tienen mucho que celebrar con respecto a Colombia. No hay que olvidar que el régimen de Bogotá adhirió a la CPI, pero solicitó una dispensa por los primeros nueve años, para no cumplir sus leyes, referidas a crímenes de Lesa Humanidad. ¿Cuántos crímenes de Lesa Humanidad se perpetraron en Colombia en el periodo 2000-2009? Estaba previsto perpetrar estos crímenes, desde antes de cometerlos y por ello pidieron permiso a la CPI, para no acatar sus leyes. Por ello estamos ante un horrendo caso de impunidad planificada, pues la CPI al concederles a la elite dominante esta verdadera 'licencia para matar', también los excusó para no comparecer ante ella por estos crímenes. Razón tenía Walter Benjamin (1892-1940) cuando dijo que: "Los genocidios modernos han sido 'científicos' y planificados, no son obra de un solo individuo sino de todo un sistema social". Por último, ¿qué tiene que ver la CPI con los damnificados por las lluvias? Son los desplazados por el conflicto social y armado que vive Colombia, las víctimas más numerosas y más damnificadas por este desastre invernal. Ellos son quienes construyen tugurios en terrenos próximos a derrumbarse y a inundarse. Ellos son los que siembran sus cosechas en los orillas de los ríos y quebradas. Ellos son los más afectados por las pestes derivadas de las inundaciones, al no contar con ninguna protección social. Ellos son los últimos que llegaron a cada sitio y por tanto los peor instalados. Ellos son 4 millones de compatriotas, de los que dos tercios son mujeres. Como todo el mundo conoce, los desplazados fueron despojados de sus tierras por el ejército gubernamental y sus aliados narco paramilitares, quienes los masacraron, desparecieron y desterraron, aprovechando los nueve años de impunidad otorgados por la CPI. ¿No es una rara coincidencia que los capos del narco paramilitarismo hayan sido extraditados a los Estados Unidos el 13 de mayo de 2008, a punto de expirar la licencia que les otorgaron para perpetrar este genocidio? ¿Y que los EEUU no hayan adherido hasta ahora al Estatuto que dio origen a la CPI? En algo les remuerde la conciencia a los jueces de la CPI, cuando enviaron una limosna a los damnificados por las lluvias, que antes fueron víctimas del genocidio amparado por ellos. Lo que suena cínico, es que ahora feliciten a Santos, "por haber mejorado el cumplimiento de los Derechos Humanos en Colombia". |
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Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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