Por Marta Sánchez Leiva
Se siente plenamente partícipe del gobierno del presidente Sebastián Piñera. Cree en su gestión, pero estima que todavía están "al debe". Es que para Carlos Cáceres, ex ministro y miembro de varios directorios de empresas, esta administración no debiera colocarse en el dilema entre el pensamiento de centro-derecha y de centro-izquierda. Su opción "debe" ser el ejercicio de la responsabilidad individual y no una tendencia al asistencialismo.
Pero antes de emitir juicios, el también presidente del Consejo del Instituto Libertad y Desarrollo (LyD) sostiene que en cualquier evaluación que se haga de esta administración se debe tomar como referencia el terremoto y tsunami que afectó al país en febrero del año pasado. "De alguna manera, obligó a reenfocar las prioridades del gobierno y, en ese sentido, la agenda de trabajo que, se había establecido para el primer año de gobierno, hubo que adecuarla".
- ¿Cómo evalúa este proceso?
- La primera evaluación que hago se refiere al financiamiento de la reconstrucción y luego al resultado de ese proceso. Respecto del financiamiento, personalmente y también Libertad y Desarrollo, tuvieron una postura crítica en relación al aumento de los impuestos como también al incremento en el royalty estimando que no era necesario. Cuando han pasado 14 meses de esas decisiones concluyo que haber subido los impuestos, efectivamente, no era necesario. Por un lado, por el alto crecimiento económico que ha experimentado el país, la mayor recaudación tributaria que ello acarrea e igualmente, el precio del cobre generaron una mayor holgura fiscal. Ahora, entiendo que se quiso dar una señal política en cuanto a que el costo de la reconstrucción tenía que ser compartido, pero desde el punto de vista estrictamente económico el aumento de los impuestos como otras medidas, han alterado lo que debiera haber sido el foco del gobierno del presidente Piñera desde un comienzo: el crecimiento de la productividad de la economía.
- ¿Tampoco justifica el royalty?
- Se alteraron las reglas del juego, que son un elemento bastante central cuando se observa que la certeza de ellas es fundamental para las decisiones de inversión de largo plazo. El aumento del royalty afecta la competitividad de la minería.
- Se crítica que el proceso de reconstrucción ha sido lento…
- En este punto considero que el presidente Piñera ha sido extraordinariamente exitoso. La tarea de la reconstrucción, de la infraestructura de los puertos, de los establecimientos escolares, de las viviendas, ha logrado muy satisfactorios resultados, independiente de los temas de gestión que pueden haber ocurrido en algunos de ellos. Por otra parte, el impulso al crecimiento de la economía y la generación de empleos revelan que la firme voluntad que colocó el presidente y su gobierno para enfrentar la tarea de la reconstrucción ha cumplido plenamente su propósito.
- ¿Existe la sensación que la agenda social del gobierno le ha ganado a la promesa de campaña de avanzar en la sociedad de oportunidades?
- Esa apreciación es correcta. Yo he criticado la captura de banderas de la Concertación que se observa en algunas decisiones del gobierno favoreciendo más el asistencialismo en sus políticas públicas, que fue la característica del gobierno de la presidenta Bachelet. A mi juicio, una verdadera sociedad de oportunidades emerge de mejorar las condiciones del capital humano para efectos que sea el esfuerzo personal el motor del crecimiento.
- ¿Cómo se hace para representar a la centro-derecha?
- El pensamiento de centro-izquierda busca fundamentalmente el asistencialismo, que el Estado entregue recursos a los sectores más desprotegidos, versus un pensamiento de centro-derecha, que está enfocado a abrir los espacios al ejercicio de la responsabilidad individual focalizando el tema del gasto social en la promoción de factores que inciden para que a la persona que hoy se le está ayudando por el hecho de ser pobre, el día de mañana deje de serlo. Allí ha surgido nuevamente una confusión desde el punto de vista de algunos aspectos de las políticas sociales aplicadas por el presidente. En algunas de ellas se ha notado un enfoque de asistencialismo que desvirtúa las diferenciaciones que emanan de un pensamiento de centro-derecha, cuyo fundamento está en la apertura de espacios al ejercicio de la responsabilidad individual.
- ¿El gobierno está al debe?
- Sí y espero que dentro de las iniciativas que se comuniquen en el discurso del 21 de mayo, el acento esté más en la apertura de espacios a la responsabilidad individual, aspecto que estimo crucial para efectos que la economía chilena alcance mayores niveles de productividad. Debemos recordar que en materia de protección social el más alto crecimiento de la economía es fundamental.
- ¿Le falta un relato al gobierno?
- Se ha hablado mucho de la ausencia de relato, pero concuerdo con un artículo escrito por David Gallagher que dice que los relatos son ex post. Por tanto, creo que en el período de tiempo que le queda al gobierno su foco debiera estar centrado en cómo alcanzar más altos niveles de competitividad. Allí, el aporte de la capacidad empresarial será muy significativo.
- ¿Está abandonado este ámbito?
- Se ha anunciado que el ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine, en el curso de las próximas semanas dará a conocer la agenda de la productividad, lo que considero que es esencial y allí debería colocarse el acento. Recordemos que los indicadores de productividad han manifestado una clara tendencia decreciente a lo largo de muchos años siendo incluso negativo en el último año del gobierno de la ex presidenta Bachelet. Cómo crear los incentivos para recuperar los indicadores de crecimiento de la productividad del 2% o 3% por año es esencial para efectos de cumplir con los propósitos de un crecimiento global del 6% al 7%.
- ¿Cómo se sienten los empresarios con esta administración?
- En algunas oportunidades ha sentido que las medidas tomadas por la autoridad presidencial y las leyes que han emergido son contrarias a lo que piensa el sector empresarial.
- ¿Por ejemplo?
- La ley de la rotulación de los alimentos. Antes de responder su pregunta le señalo que soy director de empresas del sector alimenticio. Debo indicarle que en esa legislación se observa una actitud de constructivismo entregando facultades que quedan al ejercicio discrecional del Ministerio de Salud. Se llega a los extremos para definir contenidos de productos alimenticios prohibiendo en forma absurda, la comercialización de ellos en determinadas entidades. Ello incidirá negativamente en la búsqueda de innovaciones que vayan en la dirección de incrementar la calidad de esos productos. Habrá también una incidencia en la generación de barreras para los productos importados y la obligación de diferenciación de envases para los productos importados y los destinados al mercado doméstico. Una vez más la autoridad asume una obligación que no le corresponde de modelar la conducta de los individuos. Todo ello, no cabe duda, afecta la competitividad de la industria alimenticia. Se observa en esa ley una clara desconfianza en la capacidad del sector empresarial para actuar con la debida responsabilidad.
- ¿Dónde está la falta de confianza?
- Observo con preocupación el panorama político. En las últimas encuestas, fuera de la caída que ha experimentado la popularidad del presidente que, por lo demás, puede ser circunstancial, encuentro más grave la opinión que se tiene sobre los partidos políticos tanto la Concertación como la Coalición por el Cambio y más aún, las calificaciones de instituciones tan importantes como el Senado y la Cámara de Diputados. Eso es especialmente preocupante cuando tengo la convicción del prestigio y respeto que debe merecer la acción política para un orden social que se busca persevere en el tiempo.
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