| | | | | ¿Y tú, que marca eres? | | | | | | Bajo esta llamativa interrogación, se encierran numerosas claves para entender cuáles son las características que destacar en un individuo, para que su firma tenga un valor preponderante en una sociedad competitiva. Las Personas somos equiparables a las marcas en tanto que, como ellas, poseemos atributos, nos asociamos a determinados valores y ocupamos un posicionamiento en nuestro entorno.
La marca personal es la manera de clarificar y comunicar aquello que nos hace diferentes y especiales y de emplear esas cualidades para guiar nuestra carrera o tomar decisiones estratégicas. Se trata de comprender cuáles son los atributos, fortalezas, habilidades, valores y pasiones que nos hacen únicos y de emplearlos para diferenciarnos de nuestros competidores y de nuestros iguales. En este sentido, la marca personal consiste en comunicar de modo claro la promesa de valor única que ofrecemos como persona. Marca personal y reputación Es importante distinguir que la marca personal no es igual a la reputación. Mi marca personal se basa en los valores que yo percibo en mí y en la manera en que creo que debo transmitirlos. Mi reputación depende de lo que los otros piensen de mí. Por lo tanto, mi marca está en mis manos y mi reputación no; sin embargo, puedo influenciarla comunicando adecuadamente la primera. Por todo lo anterior, invertir tiempo en averiguar cuáles son nuestros puntos fuertes, qué nos hace singulares y comunicarlo a los demás es, sin duda, uno de los esfuerzos profesionales más rentables en un mercado laboral en cambio permanente. Para ello deberemos establecer los valores que nos singularizan, fijar los objetivos personales que deseamos lograr, transmitir nuestra propuesta a un público objetivo
Muchas personas que sigan atentamente la lectura de tan singular artículo, se preguntarán: y todo esto ¿para qué me sirve? ¿Qué ventajas obtengo yo de ello? Muy sencillo, identificar y proyectar nuestra marca personal nos aporta diversas ventajas, nos ayuda a entendernos mejor a nosotros mismos, mejora nuestra autoconfianza, aumenta nuestra visibilidad, nos diferencia, mejora nuestra retribución y, por si fuera poco, nos permite adentrarnos en nuevas áreas de negocio y nos permite acceder a trabajos mejores y más interesantes. La incógnita de una carrera Conversando con un gran amigo, llegué a la conclusión que la gestión de la marca personal es probablemente una de las carreras más importantes que debemos desarrollar a lo largo de nuestra vida. Es una tarea complicada y debe desarrollarse con suma prudencia. Son muchos los años que cuesta fabricar a un gigante y solo segundos lo que se tarda en triturarlo. El problema de tan singular tarea es que nadie nos dice como debemos hacerlo y cuáles son sus escuelas. Ni tan siquiera nuestros padres son conscientes de ello. Es cierto que la energía natural que nos une con esta tierra, hace que los humanos tengamos comportamientos inconscientes que se aproximen a adoctrinar o practicar la gestión de nuestra etiqueta. Pero también es cierto que tan ardua labor debería formar parte de nuestra cotidianeidad y la generalidad de las personas pudiera comprender los verdaderos resultados de una buena gestión de marca. El papel de la marca que representas en el mercado, no solo tiene una apariencia productiva, únicamente aplicable a un entorno laboral cada vez más competitivo, donde los profesionales deben diferenciarse a los ojos del mercado y retorcer su creatividad. También tiene un cariz humano, donde la importancia de los gestos, la apariencia, la forma de hablar, la seguridad
. conforman un recuadro de virtudes que personifica un individuo. Alejandro Serrano es estudiante de Derecho, Políticas y Económicas | |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario