Esposas de presidentes desempeñan función importante en la política de EE.UU.
(¿Será Cindy McCain o Michelle Obama la próxima primera dama del país?) (936)
Por Kelly Bronk
Redactora del Servicio Noticioso desde Washington
Washington - Uno de los puestos más destacados en el gobierno de Estados Unidos no conlleva responsabilidades oficiales ni sueldo y se otorga en función de lazos familiares. Pero el cargo de primera dama de Estados Unidos es un trabajo con posibilidades casi ilimitadas.
Durante los mandatos de sus esposos, Eleanor Roosevelt escribió una columna diaria en un periódico y fue anfitriona de un programa semanal en la radio, y Claudia "Lady Bird" Johnson promovió la protección del medio ambiente. La actual primera dama, Laura Bush, ha defendido los derechos de la mujer y promovido programas de lectura.
Cada una aportó su estilo personal e intereses a un cargo que Patricia Nixon, esposa del presidente Richard Nixon, describió en 1972 como "el empleo no remunerado más difícil del mundo".
En Estados Unidos, el papel de la primera dama es un cargo no elegido ni remunerado y no conlleva responsabilidades constitucionales. Pero la primera dama, que actúa de anfitriona de la Casa Blanca, ejerce también mucha influencia.
Según Myra Gutin, una historiadora de las primeras damas y profesora de comunicaciones en la Universidad Rider de Nueva Jersey, las primeras damas estadounidenses son personalidades políticas. "Si van a algún lugar, si defienden una idea, si se suben al podio de la Casa Blanca y dicen 'esto me preocupa', reciben mucha atención", dijo Gutin. "Otras primeras damas en el mundo no reciben el mismo trato".
PRIMERAS DAMAS EN ESPERA
En Estados Unidos, la esposa de un candidato presidencial llama la atención durante la campaña electoral, algo que Cindy McCain, esposa del presunto candidato presidencial republicano John McCain, así como Michelle Obama, esposa de Barack Obama, el presunto candidato presidencial demócrata, entienden bien.
Una esposa es uno de los muchos factores que los estadounidenses consideran cuando deciden qué candidato merece su voto. "Las esposas de los candidatos revelan el papel que desempeñan los hombres en sus familias y presentan un reflejo del carácter de sus esposos", indicó Carl Sferrazza Anthony, historiador de la Biblioteca Nacional de Primeras Damas y autor de obras sobre las familias presidenciales.
Además de que dan fe del carácter de sus esposos, las esposas de los presidentes proporcionan apoyo y guía a sus esposos, ahora y durante la campaña. "La historia ha demostrado que ofrecen a sus esposos consejos inteligentes, intuitivos y a menudo francos", expresó Anthony.
Las campañas ofrecen a los electores un adelanto del tipo de primera dama que la esposa de un candidato podría ser.
MICHELLE OBAMA
Según Gutin, Obama sería una primera dama activista, alguien que probablemente participaría en decisiones políticas. "Ciertamente parece ser alguien que sacará provecho de lo que el podio de la Casa Blanca le permita", indicó Gutin. "Es lista, se expresa con inteligencia y tiene experiencia profesional en gestión".
Obama, de 44 años de edad, es oriunda de Chicago. Se licenció en sociología por la Universidad de Princeton y más tarde obtuvo un título en Derecho por la Universidad de Harvard. Después de su graduación, trabajó en un despacho de abogados de Chicago donde conoció a Barack Obama. La pareja contrajo matrimonio en 1992.
Desde que dejó el derecho corporativo para emprender una carrera en el servicio público, Obama se ha desempeñado en varios cargos en el gobierno de Chicago y ayudó a fundar el centro en Chicago de Public Allies (Aliados Públicos), una organización que alienta a los jóvenes a elegir carreras en el sector público.
En fechas más recientes, Obama ejerció de vicepresidenta de asuntos comunitarios y externos en el Centro Médico de la Universidad de Chicago. "El cargo que ejerció Michelle Obama como administradora del hospital le brindó experiencia en los detalles prácticos y las realidades de la prestación de servicios de asistencia sanitaria en Estados Unidos", según Anthony.
CINDY McCAIN
McCain también tiene experiencia que la puede ayudar en el papel de primera dama, señaló Gutin, pero se aventuró a decir que McCain sería menos activista que Obama. "Desde luego tiene la capacidad, pero no la percibo participando en la política pública", dijo Gutin.
En lugar de ello, McCain, de 54 años, probablemente dedicaría su atención al trabajo humanitario, quizá como defensora de temas relacionados con la atención de la salud infantil. "Cindy McCain tiene experiencia de colaboración con organizaciones benéficas internacionales y visitando muchos lugares del mundo menos afortunadas que Estados Unidos, lo cual le brinda una perspectiva única de las realidades de la vida en el resto del mundo", afirmó Anthony.
McCain asistió a la Universidad del Sur de California, donde se licenció en Educación, así como un título de maestría en Educación Especial. Después de su graduación, impartió clases para niños discapacitados en su estado natal de Arizona. Conoció a John McCain mientras estaba de vacaciones en Hawái y la pareja contrajo matrimonio en 1980.
En 1988, McCain fundó el Equipo Médico Voluntario Estadounidense, una organización sin fines de lucro que coordina viajes de ayuda humanitaria para profesionales médicos. También ha colaborado con organizaciones internacionales no gubernamentales entre las que se incluye a la Fundación HALO, Operation Smile y CARE. Actualmente preside la junta directiva de Hensley & Company, una empresa familiar de distribución de cerveza.
Independientemente de la persona que asuma el papel de primera dama, es probable que la esposa del presidente siga desempeñando una función esencial: la de proporcionar una voz de moderación para su esposo.
"Es la única persona que puede dirigirse al presidente y decirle: 'No digas tonterías. Permanece en silencio", explicó Gutin. "En un lugar como la Casa Blanca, es muy valioso tener una voz racional que no este vinculada con un punto de vista político en particular".
(El Servicio Noticioso desde Washington es un producto de la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web: http://usinfo.state.gov/esp)
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(¿Será Cindy McCain o Michelle Obama la próxima primera dama del país?) (936)
Por Kelly Bronk
Redactora del Servicio Noticioso desde Washington
Washington - Uno de los puestos más destacados en el gobierno de Estados Unidos no conlleva responsabilidades oficiales ni sueldo y se otorga en función de lazos familiares. Pero el cargo de primera dama de Estados Unidos es un trabajo con posibilidades casi ilimitadas.
Durante los mandatos de sus esposos, Eleanor Roosevelt escribió una columna diaria en un periódico y fue anfitriona de un programa semanal en la radio, y Claudia "Lady Bird" Johnson promovió la protección del medio ambiente. La actual primera dama, Laura Bush, ha defendido los derechos de la mujer y promovido programas de lectura.
Cada una aportó su estilo personal e intereses a un cargo que Patricia Nixon, esposa del presidente Richard Nixon, describió en 1972 como "el empleo no remunerado más difícil del mundo".
En Estados Unidos, el papel de la primera dama es un cargo no elegido ni remunerado y no conlleva responsabilidades constitucionales. Pero la primera dama, que actúa de anfitriona de la Casa Blanca, ejerce también mucha influencia.
Según Myra Gutin, una historiadora de las primeras damas y profesora de comunicaciones en la Universidad Rider de Nueva Jersey, las primeras damas estadounidenses son personalidades políticas. "Si van a algún lugar, si defienden una idea, si se suben al podio de la Casa Blanca y dicen 'esto me preocupa', reciben mucha atención", dijo Gutin. "Otras primeras damas en el mundo no reciben el mismo trato".
PRIMERAS DAMAS EN ESPERA
En Estados Unidos, la esposa de un candidato presidencial llama la atención durante la campaña electoral, algo que Cindy McCain, esposa del presunto candidato presidencial republicano John McCain, así como Michelle Obama, esposa de Barack Obama, el presunto candidato presidencial demócrata, entienden bien.
Una esposa es uno de los muchos factores que los estadounidenses consideran cuando deciden qué candidato merece su voto. "Las esposas de los candidatos revelan el papel que desempeñan los hombres en sus familias y presentan un reflejo del carácter de sus esposos", indicó Carl Sferrazza Anthony, historiador de la Biblioteca Nacional de Primeras Damas y autor de obras sobre las familias presidenciales.
Además de que dan fe del carácter de sus esposos, las esposas de los presidentes proporcionan apoyo y guía a sus esposos, ahora y durante la campaña. "La historia ha demostrado que ofrecen a sus esposos consejos inteligentes, intuitivos y a menudo francos", expresó Anthony.
Las campañas ofrecen a los electores un adelanto del tipo de primera dama que la esposa de un candidato podría ser.
MICHELLE OBAMA
Según Gutin, Obama sería una primera dama activista, alguien que probablemente participaría en decisiones políticas. "Ciertamente parece ser alguien que sacará provecho de lo que el podio de la Casa Blanca le permita", indicó Gutin. "Es lista, se expresa con inteligencia y tiene experiencia profesional en gestión".
Obama, de 44 años de edad, es oriunda de Chicago. Se licenció en sociología por la Universidad de Princeton y más tarde obtuvo un título en Derecho por la Universidad de Harvard. Después de su graduación, trabajó en un despacho de abogados de Chicago donde conoció a Barack Obama. La pareja contrajo matrimonio en 1992.
Desde que dejó el derecho corporativo para emprender una carrera en el servicio público, Obama se ha desempeñado en varios cargos en el gobierno de Chicago y ayudó a fundar el centro en Chicago de Public Allies (Aliados Públicos), una organización que alienta a los jóvenes a elegir carreras en el sector público.
En fechas más recientes, Obama ejerció de vicepresidenta de asuntos comunitarios y externos en el Centro Médico de la Universidad de Chicago. "El cargo que ejerció Michelle Obama como administradora del hospital le brindó experiencia en los detalles prácticos y las realidades de la prestación de servicios de asistencia sanitaria en Estados Unidos", según Anthony.
CINDY McCAIN
McCain también tiene experiencia que la puede ayudar en el papel de primera dama, señaló Gutin, pero se aventuró a decir que McCain sería menos activista que Obama. "Desde luego tiene la capacidad, pero no la percibo participando en la política pública", dijo Gutin.
En lugar de ello, McCain, de 54 años, probablemente dedicaría su atención al trabajo humanitario, quizá como defensora de temas relacionados con la atención de la salud infantil. "Cindy McCain tiene experiencia de colaboración con organizaciones benéficas internacionales y visitando muchos lugares del mundo menos afortunadas que Estados Unidos, lo cual le brinda una perspectiva única de las realidades de la vida en el resto del mundo", afirmó Anthony.
McCain asistió a la Universidad del Sur de California, donde se licenció en Educación, así como un título de maestría en Educación Especial. Después de su graduación, impartió clases para niños discapacitados en su estado natal de Arizona. Conoció a John McCain mientras estaba de vacaciones en Hawái y la pareja contrajo matrimonio en 1980.
En 1988, McCain fundó el Equipo Médico Voluntario Estadounidense, una organización sin fines de lucro que coordina viajes de ayuda humanitaria para profesionales médicos. También ha colaborado con organizaciones internacionales no gubernamentales entre las que se incluye a la Fundación HALO, Operation Smile y CARE. Actualmente preside la junta directiva de Hensley & Company, una empresa familiar de distribución de cerveza.
Independientemente de la persona que asuma el papel de primera dama, es probable que la esposa del presidente siga desempeñando una función esencial: la de proporcionar una voz de moderación para su esposo.
"Es la única persona que puede dirigirse al presidente y decirle: 'No digas tonterías. Permanece en silencio", explicó Gutin. "En un lugar como la Casa Blanca, es muy valioso tener una voz racional que no este vinculada con un punto de vista político en particular".
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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
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