Chile es el país más centralizado de América Latina. El mayor efecto tangible para sus habitantes es la desigualdad territorial, expresión de injusticia social, fruto de estructuras y reglas que se perpetúan a través de políticas públicas y del Estado. Este fue el motivo por el cual Rimisp-Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural apoyó los análisis y propuestas de especialistas que buscan construir una agenda de desarrollo con cohesión social.
Del diagnóstico realizado, en materia de salud, mientras el promedio de mortalidad infantil a nivel nacional es de ocho muertes por cada mil nacidos vivos, en Puerto Saavedra la cifra se quintuplica y en Vitacura, apenas llega a dos.
En tanto, en términos económicos, la región Metropolitana, donde se concentran el 40 por ciento de las empresas, alcanza un PIB per cápita cercano a los USD 13,700, tres veces superior al de La Araucanía. Esta región (Araucanía) aparece además, como la más pobre del país con un 22,9 por ciento, frente a un 11,5 por ciento de la capital.
Juan Carlos Feres, presidente de la Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza, sostuvo que las propuestas presentadas en el libro son un camino que hay que iniciar, aunque no sea una tarea para conseguir grandes objetivos en el corto plazo: "Todo el tema de la participación es fundamental, pero va acompañando a la descentralización administrativa y sobre todo a la descentralización política. Tiene que haber un traslado de competencias, recursos y capacidades que permita que sean las regiones y las distintas instancias territoriales las que queden empoderadas, no sólo para diagnosticar sus problemas sino también para determinar las soluciones", dijo.
Por su parte la Directora Ejecutiva de Rimisp, Claudia Serrano, explicó cómo la descentralización cobró protagonismo nacional: "La descentralización era tema de algunos expertos o de quienes tenían cierta convicción al respecto o un tema de las regiones en las regiones, pero en Chile no había una sensibilidad nacional respecto de que aquí había un tema pendiente. Los movimientos sociales con la demanda de Magallanes, de Aysén y de Freirina en su momento y mira lo que estamos viendo hoy día con el terremoto en el norte o con la tragedia en Valparaíso, que hacen ver que los territorios tienen particulares dilemas sociales, de inclusión, de atención que requieren políticas específicas", afirmó.
Entre las propuestas, una de las que disminuiría esta brecha es la elección por sufragio popular del intendente regional lo que entregaría cercanía de los representantes con las necesidades zonales, explicó el intendente de la región de los Ríos, Egon Montecinos: "La desigualdad tiene rostro de amigo, de vecinos, de compañeros de escuela y eso le pone un condimento esencial que le da mucho más vigor a las iniciativas de alcance regional que uno puede implementar. Es cierto que en nuestro país, la implementación de algunas medidas tiene que ver con conciliar intereses nacionales y regionales, pero también hay medidas que uno puede hacer en el nivel regional. Como intendente te comienzan a aparecer imágenes de rostros y en el día a día tú vives todo este tipo de desigualdades", señaló.
Otras de las iniciativas planteadas como soluciones por el grupo de expertos son crear un Fondo de Convergencia Regional para apoyar a los territorios más rezagados, desarrollar programas de formación de la dirigencia social para capacitar líderes sociales en regiones y establecer una relación más estrecha entre las universidades y los procesos de desarrollo regional, involucrando a las casas de estudios en los procesos de planificación del gobierno regional.
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