16 Febrero 2011, 9:35 PM La edad Escrito por: Rafael Molina Morillo (rafaelmolina41@yahoo.com)
La edad está de moda. No la que se quitan las mujeres (y no pocos hombres) por coquetería o vanidad. Ni la de los periódicos cuando escriben que "un anciano de sesenta años" fue atropellado por un carro. Ni tampoco la edad del vino, que mientras más viejo, mejor. No. La edad que está ahora de moda es la de los jueces de la Suprema Corte de Justicia y la de los todavía inexistentes jueces del también inexistente Tribunal Constitucional. La cuestión se reduce a definir si una persona, por el hecho de cumplir 75 años o más, se convierte de la noche a la mañana en un bagazo inservible que debe ser reemplazado por alguien más joven, aunque a éste le falte la experiencia acumulada por el más viejo. Yo recuerdo haber leído cómo los antiguos griegos veneraban y respetaban a sus ancianos, a los que iban a pedirles consejos y orientación en los casos difíciles. Y ni hablar de los chinos y su cultura milenaria, que colocan a sus viejitos en el más alto sitial. Pero como la ley, aunque sea dura, debe ser respetada, estamos frente a un tope de 75 años para poder ser juez del más alto tribunal. Sin embargo, hay quienes sostienen que se puede ser demasiado viejo para la Suprema Corte, pero no tanto para el otro tribunal. ¡Qué incongruencia! La solución a este tranque podrían dejarla en manos de… un Consejo de Ancianos, como lo hacían los sabios griegos de antaño. Y asunto concluido. |
Comentario - último digitado en 17 Feb a las 9:16 AM
| 16 Febrero 2011, 9:35 PM La edad Escrito por: Rafael Molina Morillo (rafaelmolina41@yahoo.com)
La edad está de moda. No la que se quitan las mujeres (y no pocos hombres) por coquetería o vanidad. Ni la de los periódicos cuando escriben que "un anciano de sesenta años" fue atropellado por un carro. Ni tampoco la edad del vino, que mientras más viejo, mejor. No. La edad que está ahora de moda es la de los jueces de la Suprema Corte de Justicia y la de los todavía inexistentes jueces del también inexistente Tribunal Constitucional. La cuestión se reduce a definir si una persona, por el hecho de cumplir 75 años o más, se convierte de la noche a la mañana en un bagazo inservible que debe ser reemplazado por alguien más joven, aunque a éste le falte la experiencia acumulada por el más viejo. Yo recuerdo haber leído cómo los antiguos griegos veneraban y respetaban a sus ancianos, a los que iban a pedirles consejos y orientación en los casos difíciles. Y ni hablar de los chinos y su cultura milenaria, que colocan a sus viejitos en el más alto sitial. Pero como la ley, aunque sea dura, debe ser respetada, estamos frente a un tope de 75 años para poder ser juez del más alto tribunal. Sin embargo, hay quienes sostienen que se puede ser demasiado viejo para la Suprema Corte, pero no tanto para el otro tribunal. ¡Qué incongruencia! La solución a este tranque podrían dejarla en manos de… un Consejo de Ancianos, como lo hacían los sabios griegos de antaño. Y asunto concluido. |
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Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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