TU NO ESTAS SOLO EN ESTE MUNDO si te gustó un articulo , compártelo, envialo a las redes sociales, Twitter, Facebook

lunes, febrero 23, 2009

=?iso-8859-1?Q?[Posible SPAM]=20?= Una nueva era de responsabilidad... y algo más

Una nueva era de responsabilidad... y algo más

Diario Responsable   (Enviado por: Josep María Lozano) , 19/02/09, 19:40 h
image

No podremos aclarar en qué consiste una nueva era de responsabilidad sino aceptamos que comporta también una batalla de las ideas. www.josepmlozano.cat

 

"Se nos pide una nueva era de responsabilidad". Ésta es una de las frases que más se ha repetido del primer discurso de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos. La frase tiene interés no tan sólo por el hecho de inscribir a la responsabilidad en el frontispicio de los valores que nos pide el momento que estamos viviendo, sino también porque la postula como una exigencia que nos apela a todos y cada uno de nosotros. Y quien nos hace esta apelación no es una persona, sino la misma realidad que estamos viviendo. La responsabilidad es una exigencia que nace de nuestra realidad humana; de nuestra humanidad en tanto que personas y, a la vez, en tanto que especie. Porque estamos viviendo mucho más una época de cambios: estamos viviendo un cambio de época. Y este cambio de época nos pide como pocas una conciencia de responsabilidad.

 

Ya hace unos cuantos años que Hans Jonas puso de relieve que, si algún principio debía regir la acción humana en nuestra época, éste era el principio de responsabilidad. Con una desolada lucidez, Jonas asociaba este principio a lo que él denominaba la heurística del miedo. La posibilidad -multiplicada por el poder de las tecnologías- de realizar el mal nos obliga a tomar en consideración la necesidad de evitarlo antes de tomar decisiones, sin limitarnos a justificarlas (y a justificarnos) en nombre del bien que queremos alcanzar. La heurística del miedo es la pareja de hecho de lo que después Ulrich Beck, desde una perspectiva sociológica, calificó como sociedad del riesgo.

 

Pero la era de la responsabilidad no se puede limitar a una heurística del miedo. Ha de ser capaz también de integrar todas las dimensiones de la responsabilidad (y no sólo las vinculadas al miedo) en los proyectos y las decisiones que se llevan a cabo. Pero para hacerlo no basta sólo con discursos. Nos hacen falta marcos institucionales que vertebren y concreten en los diversos ámbitos de la vida pública esta prioridad, la conviertan en un marco de referencia y la incorporen a las deliberaciones ante los nuevos retos que se plantean.

 

Esto es lo que, en mi opinión, hace tan relevante la petición que medio centenar de personas, en nombre de sus respectivas organizaciones, han dirigido al presidente Obama, pidiéndole que cree una agencia que tenga por objeto el impulso de la RSE. De esta petición quiero destacar tres cosas. En primer lugar, el nombre. Se propone que se denomine Office for Innovation in Corporate Social Responsibility (CSR). Un nombre que plantea la RSE en clave de innovación, que es probablemente la más adecuada, dado que un cambio de época no pide sólo innovación en procedimientos, tecnologías, productos y servicios. Pide también innovación en valores, criterios y modelos de gestión. En segundo lugar, se le pide al presidente Obama que esta agencia no tenga por objeto sólo la promoción del RSE en el mundo empresarial, sino que trabaje para incorporar también los criterios del RSE (buen gobierno, transparencia, gestión de los impactos sociales y ambientales, inversión socialmente responsable ...) en la misma administración pública, que no puede ser ajena en lo que representa la responsabilidad social ni, ¡menos aún!, puede pretender que lo asuma el sector privado sin aplicársela ella misma. El reto de incorporar los principios de la RSE al sector público es sin duda uno de los temas claves del desarrollo de la agenda del RSE en los próximos años. Y en tercer lugar esta propuesta de desarrollo de la RSE no queda restringida al interior de los Estados Unidos, sino que tiene como referencia las actuaciones en todo el mundo.

 

No entro a discutir ahora la bondad de esta iniciativa, porque no dispongo de bastantes elementos para valorarla con un mínimo rigor. Pero sí que considero fundamental su presupuesto: la nueva era de la responsabilidad necesita marcos institucionales para el desarrollo, el aprendizaje y el refuerzo de la responsabilidad. Pero con los marcos institucionales, a pesar de ser muy importantes, todavía no hay suficiente. Al leer esta propuesta me ha venido a la memoria el informe que The Economist publicó en el 2005 sobre la RSE. Un informe que su autor empezaba lamentando que la RSE hubiera ganado lo que él calificaba como "la batalla de las ideas". Y al hacer eso, señalaba un punto que el pensamiento políticamente correcto sobre la RSE nunca ha querido afrontar: hablar de RSE no es inocuo ni inofensivo, no es una obviedad, no responde a una dinámica irremediable e irreversible. Tiene un punto de controversia, porque afecta directamente al núcleo de la orientación que queremos dar al cambio de época que estamos viviendo. Es prácticamente imposible estar en desacuerdo en la afirmación de principios generales como, por ejemplo, el valor de la responsabilidad. Pero siempre he dicho que nuestro problema con los valores no son las definiciones, sino las interpretaciones. Y, por lo tanto, que de lo que se trata es de opciones, compromisos, prioridades y preferencias concretos. Y, en eso, hay desacuerdos, y no siempre los elimina el diálogo, por muy stakeholder que sea.

 

No creo que el presidente Obama pretendiera engañar a nadie: un discurso presidencial de toma de posición tiene sus propias reglas del juego. Efectivamente, se nos pide una nueva era de responsabilidad. Ahora, nosotros haríamos bien también al no engañarnos a nosotros mismos: no podremos aclarar en qué consiste una nueva era de responsabilidad sino aceptamos que comporta también una batalla de las ideas.

 

Porque ya sé que no es políticamente correcto decirlo así, pero sería una... irresponsabilidad obviar que la concreción de lo que se entiende, se exige y se pide en nombre de la responsabilidad requiere siempre una mínima clarificación y, a veces, una cierta confrontación en el terreno de las ideas.

 

www.josepmlozano.cat


CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN LIBREMENTE
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
www.consultajuridicachile.blogspot.com
www.el-observatorio-politico.blogspot.com
www.lobbyingchile.blogspot.com
www.biocombustibles.blogspot.com
www.calentamientoglobalchile.blogspot.com
oficina: Renato Sánchez 3586 of. 10
Teléfono: OF .02-  8854223- CEL: 76850061
e-mail: rogofe47@mi.cl
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación  y consultoría en LIDERAZGO -  RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL – LOBBY – BIOCOMBUSTIBLES  ,   y asesorías a nivel internacional y están disponibles  para OTEC Y OTIC en Chile

No hay comentarios.: