| |
Dos niños en Burkina Faso. (Foto: Reuters) El documento, que ve la luz después de tres años de trabajo, recoge que "no existen razones biológicas" para que la esperanza de vida varíe hasta más de 40 años de país en país o en varias decenas de años en una misma ciudad dependiendo del barrio en el que viva una persona. La esperanza de vida al nacer de las mujeres en Japón, 86 años, duplica a la que tienen las mujeres al nacer en Zambia, que es de sólo 43 años. Si la tasa de mortalidad infantil es de 2 por 1.000 nacidos vivos en Islandia, ésta aumenta hasta más de 120 por 1.000 nacidos vivos en Mozambique. Y si el riesgo de muerte materna durante el parto o poco después de él es de sólo una por cada 17.400 mujeres en Suecia, llega hasta una de cada ocho en Afganistán. Las diferencias también se aprecian claramente dentro de un mismo país, y así, en Bolivia la tasa de mortalidad infantil de los bebés de madres que no han cursado estudios supera los 100 por 1.000, mientras que la de los bebés de madres que tienen al menos educación secundaria es inferior a 40 por 1.000. En Australia, la esperanza de vida de los aborígenes es de 59,4 años para los varones y 64,8 para las mujeres, edades muy inferiores a la de los australianos no aborígenes (76,6 y 82 años, respectivamente). "Las condiciones sociales en las que la gente nace, vive y trabaja son el determinante más importante para tener una buena o mala salud, o una larga vida productiva o una corta y mísera", señaló la directora de la OMS, Margaret Chan, al recibir el informe de la Comisión, una red mundial de instancias normativas, investigadores y organizaciones de la sociedad civil que la OMS creó en 2005. El documento entiende por determinantes de la salud "las circunstancias en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, así como los sistemas establecidos para combatir las enfermedades". Llamamiento urgente a los gobiernos Plantean que deben mejorarse, como primera medida, las condiciones de vida y luchar, además, contra la distribución desigual del poder, el dinero y los recursos. "El desarrollo de la primera infancia determina de forma decisiva las oportunidades en la vida de una persona y la posibilidad de gozar de buena salud", afirman. Se constata que unos 200 millones de niños en el mundo no se desarrollan plenamente, lo que tiene enormes consecuencias para su salud. "Una buena alimentación es fundamental y empieza en el útero materno, lo que exige que la madre se alimente correctamente". Por otra parte, el lugar donde vive la gente afecta a su salud y a sus posibilidades de tener una vida próspera. Por ello, plantean que "para alcanzar la equidad sanitaria es esencial que haya comunidades y barrios que tengan acceso a bienes básicos, gocen de cohesión social y hayan sido concebidos para promover el bienestar físico y psicológico y protejan el medio ambiente". En la actualidad cuatro de cada cinco personas en el mundo carece de seguridad social. Los autores recuerdan que la atención sanitaria "es un bien común, no un producto comercial", por lo que recomiendan financiar el sistema sanitario "mediante impuestos o un seguro universal obligatorio".
Por: GINEBRA. AFP, DPA, EFE La esperanza de vida de las japonesas, que es de 86 años, duplica a la que tienen las mujeres al nacer en Zambia, que es de sólo 43 años. La tasa de mortalidad infantil es de 2 por 1.000 nacidos vivos en Islandia, pero de más de 120 por 1.000 nacidos vivos en Mozambique. Y si el riesgo de muerte materna durante el parto o poco después de él es de sólo una por cada 17.400 mujeres en Suecia, llega hasta una de cada ocho en Afganistán. Son algunos de los ejemplos que acompañan el Informe sobre Determinantes Sociales de la Salud, dado a conocer ayer en Viena por la Organización Mundial de la Salud. Según concluye el estudio, en el que trabajó durante tres años una comisión de expertos del University College London, las diferencias también se aprecian claramente dentro de un mismo país. Así, en Bolivia la tasa de mortalidad infantil de los bebés de madres que no han cursado estudios supera los 100 por 1.000, mientras que la de los bebés de madres que tienen al menos educación secundaria es inferior a 40 por 1.000. Y en Australia, la esperanza de vida de los aborígenes es de 59,4 años para los varones y 64,8 para las mujeres, edades muy inferiores a la de los australianos no aborígenes (que es de 76,6 y 82 años, respectivamente). "Reducir las desigualdades en materia de salud es un imperativo ético. La injusticia social mata a la gente a gran escala", recalcó Michael Marmot, presidente de la comisión de la OMS que lideró el estudio. "Un niño nacido en la periferia de Glasgow, en Escocia, tendrá una esperanza de vida inferior en 28 años a otro nacido en Lenzie, a 13 kilómetros de ahí", dijo. "No existe ninguna buena razón biológica para explicar eso". Un ejemplo a seguir, según la comisión de expertos, son los países nórdicos. Su política de igualdad de derechos y pleno empleo equiparó el acceso a las prestaciones y servicios sociales y minimizó la brecha social. "Este ejemplo ilustra lo que debe suceder en todo el mundo", dijeron. Por su parte, la directora de la OMS, Margaret Chan, señaló que "los sistemas de salud no tienden naturalmente hacia la equidad. Es necesario hacer un esfuerzo de dirección sin precedentes para llevar a todos los actores, inclusive los de fuera del sector de la salud, a examinar los efectos sobre la salud". Para la OMS, "la equidad en materia de salud debe ser un objetivo fundamental del desarrollo". Y subraya que "los cuidados de salud son un bien público y no una mercancía comercial".
La OMS alerta sobre la importancia de los factores sociales y económicos. ANTÍA CASTEDO - Madrid "La combinación nefasta de pobres políticas sociales y circunstancias económicas injustas está matando a la gente a gran escala". Esta frase lapidaria es de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que durante tres años se ha dedicado a estudiar las desigualdades en salud en el mundo. Y ahora lanza la voz de alarma. Primero, sobre lo más sabido, las diferencias entre países ricos y pobres. Por ejemplo, que una niña que nazca en Lesoto tendrá una esperanza de vida de 42 años menos que una japonesa. Pero también sobre las consecuencias de las desigualdades en el primer mundo. Un niño de Calton, un suburbio de Glasgow, tendrá una esperanza de vida de 54 años. Otro criado a pocos kilómetros de distancia, en el barrio rico de Lenzie, de 82. No se debe a factores genéticos, sino sociales. La OMS afirma que "la gran mayoría de la población del planeta tiene peor salud de lo que permite la biología". Las desigualdades -aquellas diferencias que son "injustas y evitables"-, no se dan sólo entre países, sino también en el interior de los mismos: a medida que las personas descienden en la escala social, peor es su salud. En España, la mayor diferencia en esperanza de vida entre municipios alcanzó los 13 años en el año 2000. "Las clases sociales más pobres tienen menos recursos para alimentarse adecuadamente, unas condiciones de empleo de más riesgo, carecen de una vivienda adecuada, fuman y beben con mayor frecuencia, tienen peor acceso a los servicios sanitarios o éstos son de peor calidad. Todo ello daña su biología, genera enfermedad y aumenta el riesgo de morir", explica Joan Benach, profesor de Salud Pública en la Universidad Pompeu Fabra y uno de los autores del estudio. En Estados Unidos, si los afroamericanos y los blancos tuviesen las mismas condiciones de vida, se podrían haber evitado más de 880.000 muertes entre 1991 y 2000. Para hacerse una idea de lo que esto significa, los autores del estudio aportan un dato: durante el mismo período de tiempo, los avances médicos en ese país sólo han conseguido evitar 176.000 muertes. "Confiamos demasiado en las intervenciones médicas para aumentar la esperanza de vida", señala Michael Marmot, el director del proyecto de la OMS. "Cuando se piensa en salud, se hace sólo desde el punto de vista de la atención sanitaria, pero es importante distinguir entre las razones por las que la gente enferma y qué pasa cuando enferman. Tenemos que prestar más atención a las condiciones que provocan las enfermedades", recalca. La OMS insta a los gobiernos a adoptar medidas encaminadas a mejorar la vida de los ciudadanos y plantea el objetivo de lograr la equidad en salud "en el lapso de una generación". "Pero si continuamos como hasta ahora, no tenemos ninguna posibilidad de lograrlo", advierte. |
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN LIBREMENTE
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
www.consultajuridicachile.blogspot.com
www.el-observatorio-politico.blogspot.com
www.lobbyingchile.blogspot.com
www.biocombustibles.blogspot.com
www.calentamientoglobalchile.blogspot.com
oficina: Renato Sánchez 3586 of. 10
Teléfono: OF .02- 8854223- CEL: 76850061
e-mail: rogofe47@mi.cl
Santiago- Chile
Soliciten nuestros cursos de capacitación y consultoría en LIDERAZGO - RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL LOBBY BIOCOMBUSTIBLES , y asesorías a nivel internacional y están disponibles para OTEC Y OTIC en Chile
No hay comentarios.:
Publicar un comentario