Transparencia: Urgencia al proyecto que crea el Consejo de Auditoría Interna de Gobierno

Se debe poner urgencia al proyecto que crea el Consejo de Auditoría Interna de Gobierno, sistema que apliqué con éxito cuando fui Presidente de la República

Por Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Presidente del Senado

Presidente del Senado Eduardo Frei Ruiz-Tagle

La semana que recién termina participé en la reunión anual del Club de Madrid, que reúne a ex presidentes de diversos países del mundo. Esta vez, presidida por Ricardo Lagos, estuvo dedicada al tema de la energía y de los liderazgos democráticos.

 

Tuve asimismo la oportunidad de sostener una serie de reuniones con diversas autoridades y políticos españoles. Entre ellos, el Rey Juan Carlos; el presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín; y el presidente del Senado español, Francisco Javier Rojo y varios parlamentarios de las dos cámaras.

 

En cada uno de esos encuentros me impresionó la positiva evaluación que hacen de nuestro país en el contexto latinoamericano. Todos destacan el alto grado de gobernabilidad que goza nuestra democracia y la existencia de instituciones fuertes que dan continuidad y garantía. Del mismo modo, también valoran el clima de probidad y transparencia en que se desenvuelve el servicio público y el mundo de los negocios, así como también la voluntad de las distintas fuerzas políticas para alcanzar acuerdos en los grandes temas nacionales.Factores como los antes mencionados explican por qué Chile sigue siendo visto como la excepción en la región. Nuestra estabilidad política, económica, social no se encuentra en otros países latinoamericanos, lo cual es muy valorado y respetado en Europa. Ello no es producto de la casualidad, sino que es el resultado de un largo trabajo que todos juntos, gobierno y oposición, hemos hecho en estos últimos dieciséis años. Se trata de un activo que vale oro para nuestro país y por lo tanto, debemos cultivarlo y cuidarlo.Esta realidad cobra especial relevancia luego de conocerse irregularidades al interior de Chiledeportes. Sin perjuicio de que este caso está siendo investigado por los tribunales de justicia y sean éstos los que establezcan la verdad y responsabilidades, quisiera plantear lo siguiente: Chile debe luchar activamente por mantener y profundizar una tradición republicana de servicio público honesto y austero, que ha sido uno de los fundamentos de nuestra arquitectónica nacional y pilar esencial de nuestra proyección futura. Si analizamos nuestras capacidades en este ámbito, observamos que: contamos con tribunales independientes; con una Contraloría que sin duda debe modernizarse, pero que funciona y es activa; con medios de comunicación que cuentan con la libertad para realizar sus propias investigaciones; y con una opinión publica que reacciona con disgusto y rechazo contra actos de corrupción.Así considerado, nuestras carencias no son en el ámbito de la fiscalización, control, y sanción. Lo que nos falta es dotarnos de más capacidades para prevenir actos contra la probidad. Pienso que muchas de estas situaciones, como la que afecta hoy a Chiledeportes, se evitarían si se reimpulsara el sistema de auditoría interna general de gobierno. Al respecto, mi gobierno desarrolló una política sistemática, a través de iniciativas y acciones concretas en el plano legislativo, administrativo y particularmente de control interno con la finalidad de resguardar la probidad y transparencia de la gestión pública y combatir actos de corrupción. Este sistema se aplicó en todos los ministerios y en varias empresas y otras reparticiones estatales y fue muy importante en mi gobierno para prevenir irregularidades. Así ha sido reconocido por autoridades de diferentes poderes del Estado y orientación política.El paso lógico de esta experiencia desarrollada en los seis años de mi gobierno debió ser su institucionalización mediante una ley. Lamentablemente, sólo en julio del año 2005 fue enviada una iniciativa al Congreso Nacional que crea el Consejo de Auditoría Interna de Gobierno y que hoy está en su primer trámite constitucional en el Senado. Creo que la actual situación es una excelente oportunidad para que el Gobierno asuma un liderazgo en esta materia y a través de sus facultades constitucionales le ponga urgencia a este proyecto de ley. Así podríamos contar con un sistema que se aplica en los países desarrollados y que es altamente apreciado por Transparencia Internacional. Sobre todo nos ayudaría a prevenir más que castigar; tendríamos más anticipación y menos lamento.

 

RODRIGO GONZALEZ FERNADEZ
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