| Por la gentileza de la Comisión de Control Cívico de la Corrupción he leído su folleto Remediación Ambiental: un negocio perverso, que ojalá usted también pueda revisar.
Son 60 páginas encaminadas a demostrar lo que considera "un caso paradigmático de corrupción que se ha tornado ya sistémica" y explica que la corrupción sistémica es "aquella que se realiza con esquemas repetitivos y preestablecidos que devienen verdaderos nichos de corrupción".
El tema de la obra gira alrededor de lo que ocurre en ciertos casos con las órdenes de trabajo y los contratos que se firman y los procesos administrativos que deben realizarse para remediar daños causados cuando se producen derrames de petróleo, por fallas en los sistemas de producción, conducción o almacenamiento o por la intervención humana perversa.
En la Introducción se transcriben declaraciones del entonces Ministro de Energía, Alberto Acosta, luego de visitar un laboratorio en el campo Sacha, el 26 de abril del 2007, que constaron en el sitio web del Gobierno nacional, por ejemplo:
"Alrededor de 140 millones de dólares se invirtieron en remediación en el año 2006 por parte de empresas contratadas nacionales y extranjeras. Petroecuador habría hecho eso solamente con 13 millones".
¿Por qué la C4 considera a la remediación ambiental un negocio perverso?
La investigación que despliega a partir de un caso en el campo Cuyabeno, en agosto del 2006, la lleva a concluir, por ejemplo, que "surge alrededor de la tragedia ecológica un negocio millonario que involucra a un grupo de funcionarios arraigados desde siempre en Petroecuador y a un grupo de empresas remediadoras".
Lamentándose luego que: "A mayor extensión del derrame, mayor negocio para las remediadoras".
El tema me impacta mucho porque, no sé si a usted también le pasa, por vivir en Guayaquil y estar inmerso en mi trabajo profesional, aunque atento a lo que ocurre en la ciudad y en el país, son escasas las noticias que se reciben o perciben sobre lo que suele llamarse "los negocios petroleros".
Por eso considero que bien ha hecho y hace la C4, que actúa por la sociedad civil organizada a través de sus representantes elegidos gremialmente, en investigar este caso de oficio, precisamente porque no había trascendido a la opinión pública y que ahora difunda el resultado, tratando de evitar la impunidad.
También se lee en el folleto una cita de Mario Olivera Prado, experto en anticorrupción: "Hay redes de corrupción que cooptan las instituciones, hay un núcleo corruptor desde el Estado y hay un proyecto de captura del Estado, en ese momento ya estamos ante una corrupción sistémica. Ese nivel ya de corrupción, desde lo mínimo, que era la relación corruptor corrupto, llega a ser una red. Cuando se habla de una red de corrupción se multiplica la capacidad de utilización del poder al más alto nivel a favor de intereses particulares que realiza el funcionario que tiene la potestad de decisión".
La C4 ha pretendido que la publicación referida sea un detonante para una intervención inmediata que ponga fin al nicho de corrupción sistémica detectado.
¿Conseguirá su objetivo?
¿Sería tan amable en darme su opinión? |
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