El Botox es cada vez más popular. |
Una nueva investigación científica ha descubierto que el tratamiento con Botox para borrar arrugas en la piel puede ser adictivo.
Doctores británicos descubrieron que 40% de los pacientes que usan Botox expresaron que tiene un deseo compulsivo de someterse a más tratamientos.
Los pacientes necesitan seguir siendo inyectados con Botox ya que si no lo hacen los efectos del tratamiento -que paraliza los músculos- se pierde rápidamente.
Los resultados de la investigación serán presentados en una reunión de la Asociación Británica de Cirujanos Estéticos.
En 2005, hubo un crecimiento de 50% en el número de personas que se inyectaron Botox en el Reino Unido donde se estima que se realizan más de 100.000 tratamientos al año.
Miedo a envejecer
El nuevo estudio fue llevado a cabo por el psicólogo Carter Singh, de la Derbyshire Royal Infirmary, y el consultor en cirugía plástica Martin Kelly, de la Asociación de Cirujanos Plásticos de Londres.
El equipo entrevistó a pacientes en 81 clínicas, y comparó a las personas que eligieron Botox con personas que eligieron someterse a tratamientos de belleza menos invasivos.
Entre los descubrimientos, el equipo detectó:
- Más de 50% de los usuarios de Botox expresaron que se sentían fuera de control frente al proceso de envejecimiento natural
- Casi la mitad afirmó estar enojada con las críticas que recibían por el uso de Botox
- Más de 40% de los usuarios de Botox dijeron experimentar un sentimiento compulsivo de usar Botox repetidas veces
- Más de la mitad afirmó que el Botox los hacía "sentirse" más jóvenes, en lugar de verse más jóvenes
Según Singh, el Botox ayuda con las inseguridades "pero también tiene características adictivas".
"El Botox cambia la apariencia física de la piel o rostro de una persona, y eso eventualmente lleva a una mejor imagen propia", añadió.
"Esto mejora el bienestar psicológico. Es fácil ver cómo las personas pueden transformarse en adictos".
Colin Angus, un representante de celebridades que usa Botox a menudo, dijo: "Cuando me sometí al tratamiento por primera vez, los cambios fueron tremendos, pero creo que ahora me he acostumbrado a la forma en que me veo".
"En mi trabajo, la imagen es muy importante. Más allá de lo que diga la gente, uno debe verse bien".
Acetilcolina
El Botox es un forma altamente purificada y muy diluida del la bacteria del botulismo, que puede causar envenenamiento mortal.
Lo que hace es bloquear la transmisión de acetilcolina de los nervios al músculo.
La acetilcolina es un neurotransmisor que envía un mensaje al músculo para que se contraiga o tensione.
Cuando se detiene o reduce sustancialmente el flujo de acetilcolina, el músculo no se puede contraer más y se relaja. Como resultado, las zonas arrugadas se alisan y se hacen más suaves.
Sin embargo, este efecto se pierde después de cuatro o seis meses.
Los doctores recomiendan no usar Botox a las mujeres embarazadas o que están amamantando a sus hijos, o personas con enfermedades neurológicas.