¡Ya tenemos Ley de Sociedades en Convivencia! Crónica de una aprobación anunciada – 1ª parte de tres- “Es un acto que honraría a todas y todos los ciudadanos de una sociedad democrática, que reconoce y valora su pluralidad, independientemente del estilo de vida de cada cual” Emilio Álvarez Icaza presidente de la CDHDF © Por Su Conveniencítzima Majestad Doña Juana La Loca/Enkidu Dedicado a Enoé Uranga, Mario Artega y Manuel Oropeza Pareciera que fue ayer, cuando en diciembre de 2000 llegó a la ALDF la diputada Enoé Uranga, principal promotora de la Ley de Sociedades de Convivencia. Su llegada al escaño se debió a una alianza entre la organización feminista Diversa y el Partido Democracia Social. Hasta entonces Enoé no figuraba como una activista lésbica o gay y mucha gente la veía como una oportunista, que contaba con el apoyo de Arturo Díaz Betancourt. Ellos citaron a varias organizaciones para exponer la intención de realizar una ley basada en el Pacto de Unión Civil de Francia, pero con adecuaciones para que sirviera a toda la sociedad. A su vez, Armando Quintero, coordinador de la fracción del PRD y presidente de la mesa directiva de la ALDF, anunció una iniciativa de reformas y adiciones al Código Civil del DF con el propósito de incluir la figura jurídica de “uniones solidarias” para dar reconocimiento legal a las parejas formadas por personas del mismo sexo. Esta iniciativa no fue presentada al pleno debido a que, sin embargo, el supuesto apoyo que Quintero habría recibido para impulsarla fue desmentido por la izquierda y grupos lésbico gays. Aunque también se dice que existió un complot para quemar a Quintero y dejar la iniciativa de Enoé. Lo cierto fue que los representantes de la derecha y la Iglesia católica aprovecharon el momento para manifestar su total rechazo a la propuesta. Era así que empezarían cinco años de debates y rechazos por parte de casi todos los partidos, sobre todo de los tres grandes que en lo sucesivo la boicotearían de distintas maneras. La última maniobra había sido en la legislatura pasada, en donde el PRD siendo mayoría y habiendo aprobado bajo la consigna de aplanadora otro tipo de leyes, decidió congelar la ley bajo la influencia de AMLO, quien llegó incluso a proponer una consulta ciudadana para ver si se nos otorgaba ese derecho, tras bambalinas Aunt Jamaima me confió que fue por estrictos motivos religiosos de AMLO quien viene de una de las corrientes más fuertes de los grupos evangélicos; esto, aunado a su intención de arropar los votos de personas fundamentalistas judeocristianas. Lo cierto es que su actuación provocó que muchos activistas y homosexuales hicieran una campaña en contra del Rayo de Esperanza y pues… a pesar del apoyo de muchos grupos y activistas LGBT, los hechos siguen siendo visibles y existe una Resistencia LGBT en el ajo. Pues bien, resulta que Su Maje no estaba con las ganas de apoyar esta ley pues es discriminatoria y sigue sin darnos la plena facultad de matrimoniarnos, pero en fin, después de algunas pláticas con Aunt Jamaima, Manuel Oropeza, Sergio Villareal, Toño Medina y Mario Artega… Su Maje llegó a la conclusión de que si bien la ley de sociedades que sería votada no se parecería en mucho a la original, era un primer paso para poder después afianzar los derechos que se habían quedado en el tintero y acercarnos a su vez a la plena igualdad y al reconocimiento de otras familias. Siendo así, Su Maje estuvo en la aprobación del dictamen, apoyando a la Red de Sociedades de Convivencia y feliz por que Manuel Oropeza me había confirmado que era el PRD quien retomaba la iniciativa, ya para darle cause. Horas de esperar para que recibieran la ley, horas para que nos dejaran pasar a la Asamblea Legislativa del DF, para que en unos minutos dictaminaran que la iban a revisar. Días después, Salvador Irys y Fernando su flamante marido me recordaron que había junta, a la cual Manuel Oropeza había invitado a Su Maje para asistir a una reunión con varios diputados donde el PAN dio su voto, argumentando incluso hasta 60 puntos en contra de la ley. Ahí Toño Medina y Mario Artega invitaron a Su Maje a una reunión con el PAN donde estuvieron: Mario Arteaga, Alejandro Brito, Rodolfo Millan, Miriam Arce, Salvador Irys y Fernando, Francisco Lagunes, Oscar Sánchez, Toño Medina y los diputados panistas: Alfredo Vinalay, Paula Soto Maldonado, Agustín Castilla Marroquín, María de la Paz Quiñones y Miguel Ángel Errasti Arango entre otros. Los asambleístas panistas se quejaban de que el PRD y demás partidos los había mayoriteado para aprobar esta Ley, aduciendo que tenía muchas inconsistencias y que ésta no correspondía al espíritu de la ley original, además de que no servía para los propósitos para la cual fue creada. El PAN, pedía tiempo para la discusión de la ley -¡imagínense, cinco años y todavía querían más discusión!- . Cuando la bellísima Paula Soto comentó que la ley estaba muy mal hecha, Rodolfo Millán le hizo la aclaración que era el resultado de años en que el PAN había hecho señalamientos para que esta no tuviera validez y empezó a explicar puntualmente las razones por las cuales de la original que era un acto civil pasaba ahora a ser un acto administrativo. Se argumento además de que la familia entendida por el derecho viene de la tradición del Derecho Romano, dando una cátedra digna de la UNAM. La ministra u obispa, Francisco Javier Lagunes dio otra cátedra de religión, sobre las Bodas de la Semejanza, dando argumentos para que no se fueran por el lado religioso. Miriam Arce y otras madres de gays y lesbianas hablaron de la problemática de sus hijos y exigieron los mismos derechos que los heterosexuales tienen, para sus hijos. Luis Perelman habló como sexólogo de la importancia que tiene esta ley para el freno de la homofobia dentro de la familia y en la sociedad. Toño Medina y Su Maje hablaron de sus necesidades y problemas, como personas que tienen pareja del mismo sexo, entre otras intervenciones. Franciso Lagunes sacó que todos estábamos de acuerdo que esta ley era un híbrido raro, pero que era lo único que había como propuesta ya que no podemos matrimoniarnos, por lo que la diputada Soto manifestó que, los PANISTAS, querían tiempo para debatir y mientras unos proponían una ley de Unión Civil -¡Imagínense que open ellas!- donde estuviera contemplado el parentesco, la herencia, la tutela y demás. Otros hablaban que abrir un registro era peligroso para las parejas, pues la gente sabría su dirección y no podrían estar seguros en el clóset. Con tanta propuesta tan buena, Doña Juana se pellizcaba y pellizcaba, pero más tarde que temprano los panistas empezaron a mostrar el cobre; primero el diputado Errasti Arango, manifestó que era una ley inútil a la cual no todos los gays quieren hacer uso, hablando de gráficos y encuestas en otros países, Mario Arteaga y Alejandro Brito le hicieron ver que esto también podía verse desde el lado del matrimonio heterosexual... [esta Crónica continuará] |