UNA REUNCIA QUE SE VEIA VENIR
Gastos excesivos y pérdida de control interno provocaron caída de Herrera de Investigaciones
Phillip Durán
"¿Dónde estaba cuando le avisaron?", fue una de las primeras preguntas que la Presidenta Michelle Bachelet hizo al recién designado director de Investigaciones, Marcos Vásquez Meza, jefe policial en Concepción, mientras se sentaban ayer a primera hora en un salón en La Moneda. La Mandataria había llegado esa madrugada de México y con el anuncio del nuevo jefe policial buscaba dar por cerrado uno de sus principales flancos en las últimas semanas.
El jueves, Arturo Herrera la había llamado por teléfono a México para cursar su renuncia. Y en una carta a Bachelet, difundida ayer por La Moneda, indicó que en los últimos meses se han conocido hechos que "sin duda dañan la imagen pública de la institución", por lo que "me ha parecido que mi deber de policía es dar un paso al lado".
Pese al tenor de la misiva de Herrera, su caída ocurrió tras una fuerte presión del Gobierno, que comenzó el miércoles de la semana pasada, cuando el ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, lo citó en su casa para pedirle la renuncia y notificarle que dejaría su cargo en una reunión con Bachelet en La Moneda.
Pese a ello, Herrera pidió licencia médica -postergando la cita con la Presidenta- y señaló el domingo pasado a El Mercurio que "nadie" le había pedido la renuncia. Tres días después, ascendió a seis jefes policiales.
Ambos hechos no sólo colmaron la paciencia del Ejecutivo, sino que también fueron leídos como una "declaración de rebeldía" de Herrera. Y se instaló el temor de que provocara alguna demostración de fuerza que involucrara a Bachelet. Así, se optó por adelantar todo y abortar la idea de que Herrera entregara su cargo en una cita con la Mandataria.
Pérez Yoma le comunicó esto a Herrera por vía telefónica el jueves, antes de que llamara a Bachelet a México.
Aunque la decisión de pedirle su renuncia había sido tomada ante el escándalo provocado por el programa Contacto, que vinculó a altos detectives con una red de prostitución infantil en Valparaíso, la mala evaluación era de antes.
Molestia previa
Varios elementos alimentaron la molestia del Ejecutivo. En La Moneda hablan de gastos excesivos, como el uso de fondos de la institución para arrendar una casa y la adquisición de dos lujosos autos blindados para uso exclusivo del director de la PDI. Esto último, objetado por Contraloría en 2005.
Pero lo que más recalcan es lo que califican como "vacío de poder" en la institución. Y esto lo vinculan con la campaña de Arturo Herrera para presidir Interpol, elección que perdió en octubre del año pasado.
En el Gobierno sostienen que el ex jefe policial centró gran parte de su atención en dicha campaña, para la que asignó US$ 70 mil de fondos institucionales y envió una comisión a buscar apoyos al Líbano, Arabia Saudita y Egipto. Esto, mientras perdía progresivamente el control interno de la PDI.
Así, poco después de lanzar la nueva imagen institucional de la PDI dio de baja a nueve funcionarios implicados en una red de corrupción. En noviembre de 2008, el subprefecto Jorge Donoso, ex jefe del Departamento de Monitoreo Telefónico, confesó haber quemado cintas con escuchas al ex director del Registro Civil Guillermo Arenas. Y en abril de 2009, tras ser apresado por vínculos con una red narco, el subprefecto Francisco Lapolla reveló fotos del vehículo del otrora subdirector operativo, Óscar Gutiérrez, en el estacionamiento del "Lucas Bar".
Ayer, Pérez Yoma agradeció la labor de Herrera. En La Moneda dicen que fue para no profundizar la tensión.
"El país ha conocido hechos y anuncios que han generado un clima de incertidumbre con respecto a la PDI".
ARTURO HERRERA
EX JEFE DE INVESTIGACIONES
"Ha sido nombrado otro prefecto inspector que tiene una larga carrera, muy profesional, de gran experiencia operativa".
MICHELLE BACHELET
PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA
Vásquez, lejos del círculo del poder capitalino
"Un policía de calle" es la idea que repiten los detectives penquistas cuando definen el rasgo más propio de Marcos Vásquez Meza, hasta el jueves jefe de la VIII Región Policial.
"Hay otros con más méritos que yo", dijo a sus cercanos a comienzos de semana, cuando su nombre circuló como un posible sucesor de Herrera.
Y aunque la designación de ayer no sorprendió a los funcionarios bajo su mando, el oficial de servicio Héctor Valencia le dejó ayer en su escritorio el informe de prensa y le encendió la estufa de su oficina, como todas las mañanas. Muy pocos en su cuartel conocían de su viaje en automóvil fiscal a Santiago, el jueves poco después de las 13 horas, tras asistir a la cuenta pública del intendente Jaime Tohá.
Nacido en Talcahuano el 31 de diciembre de 1955, Vásquez ingresó a la PDI en 1977. Ha realizado su carrera en regiones y, mayoritariamente, en la que estaba bajo su mando hasta ayer.
Trabajó en las comisarías judiciales de Chillán y Concepción, y en la plana mayor de la Región del Biobío en la década del 80. En los 90 se especializó en el combate contra el narcotráfico, con destinaciones en Antofagasta y Concepción, hasta que en 1998 asumió como jefe de la Brigada de Investigación Criminal (Bricrim) de Talcahuano.
En 2002 hizo el curso de alto mando en la Academia Superior de la PDI y en 2004 fue nombrado prefecto provincial en Cauquenes. El regreso a su tierra natal fue en 2006 al asumir como jefe de la Bricrim Concepción. Un año más tarde fue designado prefecto de Concepción y desde el año pasado, jefe de la VIII Región Policial.
Casado con la profesora de inglés Carmen Muñoz Troncoso, tienen tres hijos: Jorge, Fernando y Francisca, los dos mayores universitarios y la menor estudiante de enseñanza media.
Buen lector y consumidor de cine, el cantante galés Tom Jones está entre sus preferidos y, cuando puede, se programa para no perderse algún partido relevante del fútbol europeo.
Su gestión
En 2008 le correspondió liderar la primera investigación por asociación ilícita para el tráfico de drogas y lavado de dinero en el sur del país, al desbaratar redes de narcotráfico, entre ellas la Operación Ruta 5 Sur, que terminó con la banda de "Los Yohanni".
A cargo de 200 detectives de Santiago y Concepción, encabezó la caída de la banda de "El Faraón", en marzo pasado. También comandó en abril un operativo con 130 efectivos que logró en Tirúa la detención de siete mapuches imputados por el ataque al fiscal Mario Elgueta y su comitiva de tres detectives y dos carabineros, en octubre de 2008.
Su trabajo también se extendió a los cerros de Talcahuano, donde la fiscalía desarrolló en 2008 un plan especial que permitió la detención de 25 peligrosos delincuentes que han recibido condenas de hasta 15 años. Por estos días estaba abocado al Plan Centinela, también en el puerto, una intervención de la población de este nombre con una intensiva labor preventiva de la PDI en las calles.
Descabezamiento general en la PDI tras la asunción del sexto en la jerarquía de mando
La designación de Marcos Vásquez, sexto en la jerarquía de mando, al frente de la Policía de Investigaciones, produjo la inmediata cesación de los oficiales superiores que le antecedían en el escalafón. Pasan a retiro absoluto el director Arturo Herrera, el subdirector operativo Alfredo Jiménez, el subdirector administrativo Carlos Soto Sanhueza, el inspector general Patricio Rojas y el jefe nacional antinarcóticos Pedro Rosseau.
Soto Sanhueza y Rojas sólo alcanzaron a estar tres días en esos cargos, después que fueran promovidos el martes último por Jiménez -en calidad de director subrogante- desde la jefatura del personal y jefatura de extranjería, respectivamente.
Los retiros serán informados oficialmente el próximo miércoles, junto con la composición del Alto Mando elegido por Vásquez. Es muy posible que también otros prefectos sean alejados de la institución.
Ese mismo día, la Fiscalía de Valparaíso llevará a audiencia ante el juzgado de garantía a 11 imputados, entre ellos cinco detectives, para comunicarles que están siendo investigados en el caso de prostitución infantil que encendió las críticas a Herrera.
Los movimientos en la cúpula de la PDI se precipitaron el miércoles 17, cuando el propio Herrera cursó los retiros del inspector general Héctor Soto Candia, del jefe de la 5ª Región Policial Julio Ibáñez, del prefecto de Valparaíso Paulo Portorelli y del jefe de la región policial metropolitana Víctor Avellaira, por evaluación de gestión de mando.
La Comisión de Derechos Humanos de la Cámara citó, también, para el miércoles venidero, a Soto Candia, Ibáñez, Portorelli y Avellaira, para escuchar su versión.
Anoche, Vásquez mandó un mensaje por intranet a los funcionarios de la PDI, en el que decía que "tenemos un desafío enorme y nos queda mucho por avanzar. Debemos consolidar a esta policía como una institución eficaz, transparente, confiable, proba y ética, pero sobre todo, valorada por la comunidad, erradicando definitivamente las malas prácticas, los errores y la falta de compromiso".
más información y comentarios pincha aquí