MERCADO LABORAL
El legado laboral de la crisis
Publicado el 18-09-2009 por Tamara Vázquez. Madrid
Dos años de contracción del empleo dejan un escenario laboral con más 'mileuristas', pluriempleados y jóvenes carentes de expectativas profesionales. Diferentes informes alertan de que lo peor de la crisis está todavía por venir y advierten de que el desempleo continuará creciendo en España hasta finales de 2010.
En apenas dos años, el mercado de trabajo ha retrocedido hasta sus niveles de 1993, cuando la tasa de paro rondaba el 20%. Confiado en su idea de demostrar la existencia de brotes verdes en la economía, José Luis Rodríguez Zapatero aseguraba la semana pasada en el Congreso de los Diputados que "lo peor de la crisis ha pasado", aunque las previsiones laborales que han publicado esta semana distintos organismos internacionales apuntan con firmeza en la dirección contraria. La Comisión Europea calcula que el Producto Interior Bruto nacional continuará cayendo un 0,4% y un 0,2% durante el tercer y el cuarto trimestre de 2009, al contrario de lo que sucederá en el resto de las grandes economías europeas que, según indica, irán abandonando las tasas negativas a lo largo del año.
Esta caída de la economía española se mantendrá durante 2010. De acuerdo con los datos presentados por la agencia de calificación de riesgos Standard & Poor's (S&P), el próximo año el paro y el endeudamiento de las familias provocarán un nuevo retroceso cercano al 0,6%, mientras que la zona euro en su conjunto se recuperará un 0,6%. Por su parte, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha estimado que a finales de 2010 el desempleo afectará en España a 4,47 millones de ciudadanos, mientras que la tasa de paro rozará el 20%, justo el doble de la media europea, que se situará en el 9,9% de la población activa.
Deterioro laboral
Sin embargo, los analistas laborales coinciden en que lo más preocupante de la situación actual no es tanto la destrucción del empleo, sino el deterioro que sufre el mercado de trabajo y la falta de medidas puestas sobre la mesa para paliar la sangría de desempleados y lo que resulta más acuciante para evitar que el paro se enquiste de forma estructural durante varios años.
El panorama laboral que dejará esta crisis económica dista mucho del escenario que existía en España en julio de 2007, cuando la tasa de paro apenas afectaba al 7,9% de la población activa y el país se situaba a la cabeza de la Unión Europea en términos de creación de empleo.
Más allá del brutal incremento del colectivo de parados, la suma de diferentes factores está configurando el que será el mercado de trabajo que nos legará esta crisis. Según información proporcionada por la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal (Agett), la temporalidad del sector privado (25,2%) se sitúa por primera vez por debajo de la del sector público (25,4%), un efecto que resulta especialmente significativo en el caso de las mujeres que trabajan en la Administración Pública cuya tasa de temporalidad es del 30,3%, frente a las de la empresa privada 26%. "Esta reducción de la temporalidad privada está directamente relacionada con la destrucción de puestos de trabajo. El aumento del paro del último año se debe en un 84,3% a la destrucción de empleo y en un 15,7%, al crecimiento la población activa. Sin embargo, el escaso margen que existe para que el trabajo eventual siga cayendo a los ritmos actuales hace pensar que el ajuste vía empleo indefinido se acelerará en los próximos trimestres, lo que afectará al núcleo de la estabilidad laboral", alerta Francisco Aranda, presidente de Agett. Es la primera vez en catorce años que España destruye puestos de trabajo indefinidos, un empleo que tardará más años que el trabajo temporal en recuperarse.
En el ojo del huracán Especialmente dramática es la situación laboral que atraviesan los jóvenes españoles. Un análisis elaborado por Adecco y el IESE advierte de que casi uno de cada cuatro menores de 25 años ha perdido su empleo en los últimos doce meses, lo que previsiblemente disparará la tasa de paro de este grupo de edad hasta el 42,1% a finales de 2009. Su generación no sólo está huérfana de empleo, sino también de perspectivas de mejora a corto plazo, un hecho que está empujando a muchos de estos jóvenes a continuar su trayectoria profesional del único modo que conocen: formándose. "Quizá sea la única consecuenca positiva de esta crisis", dice Sandalio Gómez, profesor del IESE, que explica que "los jóvenes financian sus estudios con el apoyo económico de sus padres o a través de créditos que se devuelven cuando el alumno finaliza el programa académico y dispone de un empleo".
El proceso de selección que afrontará para encontrar este trabajo también se habrá endurecido respecto a 2007 porque, a la vez que aumenta el número de candidatos interesados en una oferta laboral, las firmas se muestran reticentes a efectuar contrataciones, temerosas de los costes derivados de una posible reducción de sus plantillas.
El salario es otro de los grandes damnificados de esta crisis. Un informe publicado recientemente por los Técnicos del Ministerio de Hacienda constata que el colectivo mileurista ha crecido cinco puntos porcentuales respecto a 2008. Actualmente, el 63% de los trabajadores un total de 18,3 millones de empleados perciben unos ingresos brutos mensuales inferiores a los 1.100 euros, un porcentaje que es superior en el caso de comunidades autónomas como Galicia (69%), Canarias (69,1%) y Extremadura (74,7%).
Esta contracción retributiva también hace que cada vez sean más las personas pluriempleadas. Según Randstad, mientras que en 2008 sólo un 10% de sus candidatos buscaba un segundo trabajo, la proporción alcanza hoy al 54% de sus demandantes de empleo.
Soluciones Así las cosas, la pregunta del millón es cuándo conseguirá recuperar el mercado laboral los niveles que tenía antes esta crisis. En opinión de Francisco Aranda, "el desempleo no se reducirá a no ser que se recupere la producción, se reactive el consumo y la posterior creación de empleo sea mayor que el crecimiento de la fuerza laboral". Según Carlos Cobos, director de comunicación corporativa de USG People en España, esta sucesión de factores ocurrirá sólo cuando el PIB crezca por encima del 3% o, como calcula Sandalio Gómez, dentro de cuatro o cinco años "si se adoptan las medidas adecuadas para reactivar el mercado y todo sale como se espera".
Estas medidas pasarían, según estos expertos, por adoptar un modelo laboral flexiseguro, recuperar el contrato de fomento del empleo que propone la CEOE, promocionar el contrato parcial y crear otros que tengan un menor coste inicial de despido. La duda es si la adopción de estas soluciones no pondrá en tela de juicio la estabilidad y los derechos laborales obtenidos antes de la crisis.
Rodrigo González Fernández
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