Un profundo análisis, por primera vez, de las razones de lo que definió como "malestar" de los ciudadanos chilenos, manifestados en masivas protestas —como la de hoy, contra el Transantiago y la movilización estudiantil— hizo ayer el Presidente Sebastián Piñera, en la clase magistral que realizó en la celebración del aniversario número ochenta del diario «La Segunda». Ante más de 500 asistentes —del mundo político, social y económico— el Mandatario además aterrizó las metas para la segunda etapa de su gobierno y propuso fórmulas concretas para destrabar las reformas políticas, en trámite en el Parlamento. Sus planteamientos generaron reacciones diversas en la oposición que en un punto concreto se mostró llana a un acuerdo: la nueva fórmula para el voto de los chilenos en el exterior.
En este último punto, Piñera advirtió sobre los "evidentes signos de fatiga" de la democracia y sorprendió al señalar que "queremos otorgarles el derecho a votos a los chilenos en el extranjero, y podemos discutir lo que significa vínculo; estamos abiertos a discutir y encontrar nuevas fórmulas para ello". Y junto con revelar que el tema lo analizó ayer con los ministros políticos —Andrés Chadwick, Rodrigo Hinzpeter y Cristián Larroulet— afirmó que se puede generar un mecanismo para que quienes deseen puedan inscribirse y "con eso manifiesten su intención, su compromiso y su voluntad de participar". No generó el mismo entusiasmo en la Concertación —que la rechazó— la idea de cambiar el actual mecanismo de reemplazo de parlamentarios por uno en que cada candidato, al inscribirse, presente un "suplente".
A continuación, un extracto del diagnóstico y planteamientos del Presidente:
"Cuando uno analiza hoy día lo que está pasando en la sociedad chilena, todos estamos viendo una nueva ciudadanía. No es la misma que teníamos hace poco tiempo... Tiene mucha mayor conciencia de sus derechos, es mucho más exigente con los resultados, está mucho más empoderada y a veces también es muy impaciente. Y se expresa en las protestas, en las manifestaciones, en las tomas, en las huelgas de hambre. Pero no solamente ahí. Hay una mayoría de chilenos que si bien no usa esos mecanismos de expresión también quiere sentirse más empoderado, quiere sentirse más escuchado, quiere sentirse más protagonista".
"Hay muchas teorías de por que ocurre esto. He leído tantos analistas. Cada uno tiene su teoría, la expone con brillantez, a uno lo convence. Después lee otra totalmente contradictoria con la misma brillantez, también lo convence. Son contradictorias y yo estoy de acuerdo con todas. Unos dicen que es un fenómeno universal y lo ligan con lo que está pasando en el norte de Africa, en el sur de Europa, en los EE.UU... Otros dicen que es porque hay una cierta actitud beligerante hacia un gobierno de centro derecha; otros dicen que simplemente es la recuperación de un año muy tranquilo y calmando como fue el año pasado, producto del terremoto. Otros dicen que hay una inflación de las expectativas, que hoy día nada satisface a los actuales ciudadanos, en fin".
"Yo pienso cierto que todas ellas pueden tener algo de razón, pero también noto con preocupación que hay una especie de debilitamiento del sentido del bien común y un exaltamiento del bien particular, que cada uno quiere lograr sus resultados a cualquier costo. Y también veo que en cierta forma hay un sentimiento que algunos llaman malestar, como que no somos felices. Esto no es original, lo dijo Mac Iver en la víspera del Centenario, "siento que no somos felices", decía él... Y creo que es verdad, hay una cierta paradoja, en el sentido que estamos teniendo un crecimiento muy fuerte pero no es un crecimiento que nos haga más felices".
"Y tenemos que preguntarnos profundamente por qué un país al cual le está yendo bien (...) Y sin embargo, eso no nos satisface, no nos hace felices. Tenemos que repensar más profundamente cuáles son los verdaderos objetivos del desarrollo, porque esta idea de un crecimiento infeliz o un desarrollo infeliz, o un crecimiento y desarrollo que no satisface las necesidades más sentidas y queridas de la gente es algo que nos debe hacer reflexionar".
"Noto también actitudes nuevas, estos famosos nimby ( Not In My Back Yard), la gente no quiere antenas, cárceles, ni cementerios o generadores de energía, no quiere basurales cerca de sus casas y cerca de sus comunas, pero todos quieren hablar por teléfono, todos quieren que los delincuentes estén presos, quieren enterrar a sus seres queridos, prender la luz y que les retiren la basura. Entonces hay una cierta contradicción entre lo que es el bien particular, individual, con lo que es el bien común... En el fondo, es una disociación entre lo que significa la libertad que son deberes, pero también significa, derechos".
"Por esa razón, haciendo un esfuerzo objetivo, tratando de buena fe escuchar con atención lo que está diciendo la gente, no solamente los que se manifiestan en las calles, con las tomas, los paros, las marchas, sino también lo que está diciendo esa mayoría silenciosa que se expresa de otra forma. Yo creo que nos está mandando un mensaje muy poderoso: quieren nuevas prioridades, nuevos énfasis, nuevas necesidades y también nuevas exigencias, y ¿cuáles son?".
"En primer lugar, los chilenos y chilenas, no toleran los grados excesivos de desigualdad que han cruzado a nuestra sociedad desde hace tanto tiempo. Y se han rebelado contra una desigualdad excesiva, porque Chile es el país con mayor ingreso per cápita de América Latina, pero también es el país –junto a otro más– con mayor desigualdad relativa en América Latina... Están pidiendo una sociedad más justa, una sociedad más igualitaria, con menos desigualdades o con mayor igualdad de oportunidades, porque las desigualdades que vivimos en Chile son excesivas y yo siento que son inmorales, porque están atentando contra lo que es la esencia de una sociedad que es su cohesión y su armonía interna. Y se han hecho intolerables, y eso la gente lo está expresando con mucha fuerza".
"En segundo lugar, la ciudadanía nos está enviando un mensaje que quiere una sociedad más respetuosa y más protectora de los derechos de la gente humilde y que sea menos tolerante y más exigente en evitar y castigar los abusos. Y desde ese punto de vista, aquellos que tiene una posición de poder y que durante mucho tiempo pensaban o sentían que podían hacer uso y abuso de ese poder, hoy día tienen que entender la lección. Eso se acabó. Y el compromiso de nuestro gobierno con la defensa de los derechos de los trabajadores, de los consumidores, particularmente de la gente más humilde y de clase media, ya se está sintiendo y se va a notar con mucha fuerza".
"En tercer lugar, hay una necesidad por un desarrollo más sustentable, no solamente con medio ambiente sino más sustentable con la calidad y estilos de vida, que la gente los valora y, por tanto, no quiere que el desarrollo destruya cosas que valora enormemente como es nuestra naturaleza y nuestra forma de vida".
"También que está surgiendo con mucha fuerza —esto no se nota en las manifestaciones, pero se ve cuando uno estudia profundamente a nuestra ciudadanía— una mayor exigencia de que la libertad si bien significa derechos, también involucra deberes. Y por tanto esto de no desligar los derechos de los deberes es algo que también está surgiendo con mucha fuerza".
"En quinto lugar, hay una tremenda demanda, especialmente a nuestros líderes políticos, de mayor diálogo, de más búsqueda de acuerdo, de más cooperación, unidad y confianza. Y en consecuencia de menos descalificaciones, menos controversia, menos demagogia, menos intransigencia que es lo que ha caracterizado a veces el debate político de nuestro país".
"A veces hay una paradoja. Da la impresión que vivimos en dos mundos, dos realidades completamente distintas, que la temperatura que muestran los termómetros no coincide con la sensación térmica que siente la gente... En Chile estamos con dos mundos que son en cierta forma antagónicos y si queremos construir una sociedad para todos, tenemos que hacer un esfuerzo inmenso por acercar esos dos mundos".
"He dicho que el país, en mi opinión está bien, pero la política está mal... Porque falta unidad y sobra división; falta diálogo y sobra intransigencia; falta buena voluntad y sobran descalificaciones y eso lo percibe la gente mejor que nadie. Por eso nos castiga en forma muy severa a todos, a todos, porque castiga al gobierno, castiga al Presidente, a las coaliciones, a la oposición y eso es algo que representa una alerta que no podemos desatender".
"Estamos recién iniciando el segundo tercio de nuestro Gobierno y por eso tenemos que seguir avanzando en los desafíos que ya teníamos, como la reconstrucción y los siete pilares o ejes de nuestro gobierno que ya mencioné. Pero por supuesto tenemos que tener mucho más atención y poner nuestra alma y corazón es escuchar más y mejor el mensaje que la ciudadanía nos está enviando y por eso recoger lo que está pidiendo: más igualdad y no caer en la trampa de los promedios.... Eso significa más diálogo, mejor voluntad, más acuerdo, más cooperación, más confianza, más unidad entre los líderes de la política y menos descalificaciones, intransigencias, violencia o demagogia. E incluso reemplazar algunos antiguos antagonismos que eran clásicos en nuestro país y darnos cuenta que hoy día, como país, enfrentamos todos juntos un desafío... Por eso una nueva actitud requiere naturalmente que apreciemos mejor el valor de una sociedad más unida y más integrada".
"Tenemos que mejorar la calidad de la política y no caer en la trampa de los países de ingreso medio que pierden el rumbo a mitad de camino y se duermen en los laureles y antes de que se den cuentan están retrocediendo; que se dejan dominar, en cierta forma por intereses particulares que no tienen limites y pasan por encima del bien común; que en lugar de una cultura de confianza, predomina la sospecha; en vez de diálogo, la intransigencia; y en vez de colaboración el enfrentamiento y en vez de la responsabilidad el populismo. Y en esto podríamos hacer historia".
"Atender mejor" las nuevas demandasNo hay nada que motive ni entusiasme más a un pueblo que un proyecto grande, noble y ambicioso y al mismo tiempo factible y con un horizonte de tiempo cercano, donde todos sientan que pueden hacer un aporte al esfuerzo; que todos se van a beneficiar de los logros. Eso es el proyecto que tenemos que construir todos juntos para Chile".
"Yo quisiera enviar un mensaje de humildad, reconociendo nuestro errores, pero también de confianza, fuerza y optimismo, porque siento que vamos por un camino que requiere correcciones, especialmente atender estas nuevas demandas, pero es un camino que apunta en la dirección correcta que es combinar mejor crecimiento con equidad".
"Habiendo escuchado con mucha atención la voz de la ciudadanía, quiero decir que tenemos muy claro el rumbo; que tenemos firme el timón, que vamos por un buen camino, que tenemos que atender mejor y con mayor decisión y mayor voluntad estas nuevas demandas y prioridades que están surgiendo, para acercarnos a esa sociedad de seguridades, oportunidades y valores para todos. Y también decirles que no nos olvidemos que todavía nos falta mucho camino por recorrer y mucho trabajo por realizar para lograr construir esa patria más libre, más próspera, más justa, más fraterna".
"Vicente Huidobro decía que no hay nada más difícil que abandonar un sueño, y nosotros tenemos un sueño y no lo vamos a abandonar... Dicen que la esperanza es el sueño de los hombres despiertos, se requiere mucho más que esperanza, se requiere verdaderamente de un verdadero compromiso para escuchar la voz de la gente y enmendar en aquello que tenemos que enmendar y perseverar en aquello que tenemos que perseverar. Sabemos muy bien que tenemos que enfrentar muchas dificultades, el camino a las altas cumbres nunca está pavimentado, está lleno de dificultades y de trampas y nunca nos olvidemos que estamos recién a mitad de camino... En nuestro país no hay caminos hacia la unidad, la unidad es el camino que nos va a permitir avanzar en forma mucho más sólida".
(Texto completo del discurso
aquí).
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