En los símbolos y reglas que constituyen el lenguaje están escritas nuestra historia y nuestra cultura. Pero en él también podemos captar, si sabemos leer entre líneas, algunos mensajes sobre cómo funciona la mente humana y, en consecuencia, sobre nuestra naturaleza. El psicólogo canadiense
Steven Pinker lleva años dedicado a estudiar el desarrollo del lenguaje en los niños. Lo ha hecho desde una perspectiva evolucionista,
concibiendo el lenguaje como un instinto. Tanto este
como la mente que contribuye a expresar, a proyectar en la realidad social humana, son productos de la evolución. Así, para
Pinker, resultan particularmente sospechosas, cuando no definitivamente erróneas, las teorías que apuntan a lo social, lo cultural y lo ambiental como la causa de nuestras capacidades y nuestras tendencias. Sin ser un innatista sensu stricto (después de todo estudia la psicología del desarrollo) Pinker rompió una lanza a favor de la naturaleza en su obra más famosa y leída:
La Tabla Rasa, en la que tira abajo el Muro que constituía el
modelo estándar de las ciencias sociales, con una poderosa argumentación acompañada de múltiples evidencias y ejemplos tomados de la cultura popular y de la erudita.
En su última obra, The Stuff of Thought, traducida al castellano como El Mundo de las Palabras, Steven Pinker ahonda en las cuestiones que ya planteó en sus anteriores obras, penetrando la estructura profunda del lenguaje y desvelando mientras lo hace aspectos fundamentales de nuestra naturaleza. Lo que pensamos es mucho más de lo que nos decimos interiormente, y desde luego no está determinado por el lenguaje, ni por la cultura. Hay un lenguaje del pensamiento sobre el que se articula ese otro lenguaje que compartimos con los demás, emitiendo y escuchando sonidos modulados por nuestro aparato fonador. Este lenguaje del pensamiento resulta ser otro universal, otro aspecto esencial de nuestra naturaleza.
Steven ha tenido la amabilidad de respondernos unas preguntas. Gracias a
Marzo por lidiar con las sutilezas de la lengua de este sutil lingüista, y al
Sr. Guardia por convertir nuestros balbuceos "indios" en preguntas escritas en un correcto inglés.
En ingles:
Germánico-You started explaining the language's instinct, then how the mind works, then put the nature / nurture controversy in its place, throwing away The Blank slate, and with it, the standard model of social sciences. Now, do you integrate everything into The stuff of thought, speaking of how the deep language of our mind works, unequivocally pointing to what is innate and what is learned in us?
S.P- The goal of The Stuff of Thought was to explore the connection between my two main interests, language and human nature. It uses language in particular, meaning and use as a source of evidence about human nature, including our concepts of space, time, causality, and substance; our emotions such as hate, disgust, and fear; and our social relationships such as dominance, communality, and reciprocity.
Antonio Gimeno- One of the best passages in your last book is the one that deconstructs the Declaration of Independence of the United States, reducing the entire poetic force of the founding text to semantic rubble
How could our language instinct have been able to develop concepts like freedom?
S.P-It is like that it originated in the physical concept of being unencumbered by physical constraints, such as burdens or entanglements. However, in many languages the closest equivalent to the word freedom means licentiousness or irresponsibility!
Memetic Warrior-What is your opinion about multilevel evolution as was defined in this paper from David Sloan Wilson and Edward O Wilson?
S.P-I think it is mistaken groups do not replicate and form other groups inheriting their properties in the way that genes do. Certainly there is the phenomenon of group psychology people, and other organisms, have adaptations to flourishing in the context of a group, which means balancing the benefits delivered by the overall welfare of the group against the costs incurred by sacrificing for that welfare. But I don't think this is lucidly analyzed by analogizing groups and genes.
Kantor-Do you think that conscience, that the essential rules of morality are a fundamental fact of the universe, or a contigent result of the evolutionary process? Do people build or discover morality?
S.P-I don't agree that conscience (at least in its English sense) is a fundamental property of the universe; it is a feature of our psychology, evolving to deal with the inherent problems of living with other organisms of the same species. It is possible, though, that some notion of morality is a feature of reality the position that philosophers call "moral realism." Perhaps any creature that is both rational and social is forced by logic to gravitate to some version of the golden rule or categorical imperative, since nothing in logic privileges the notion of "me" as opposed to "you" or "everyone else.
Luis I. Gómez.- In your book "The Blank Slate. The Modern Denial of Human Nature" you defend that the humans are born with certain determined personality traits, the free will as one of them. You argue that because of it humans naturally resist against slavery and totalitarianism. Nevertheless, we live indeed at a time on which the mainstream of the dominant classes (political, intellectual, social) base their paternalistic, overprotective and igualitarian action on the idea that we are a kind of "blank slate" , susceptible to be educated in what they consider politically correct. Are we witnessing the evolutionary degradation of the individuality as human characteristic, or the birth of a conflict between "genetic" and "social", hardly dirimible without violence?
S.P- My own feeling is that there is increasing receptiveness to the concept of human nature, partly because of the advances of the sciences of evolution and genetics, partly because the younger generations are not as committed to the politically correct dogmas of their 1960s-mindset parents. But clearly there are forces in both directions.
En castellano:
Germánico- Comenzó explicando el instinto del lenguaje, después cómo funciona la mente, a continuación puso la controversia naturaleza/crianza en su lugar, tirando por la borda la Tabla Rasa, y, con ella, el modelo estándar de las ciencias sociales. ¿Ahora lo integra todo en The Stuff of Thought, hablándonos de como funciona el lenguaje profundo de nuestra mente, apuntando inequívocamente a qué es innato y qué aprendido en nosotros?
S.P- El objetivo de El mundo de las palabras era explorar la conexión entre mis dos intereses principales, el lenguaje y la naturaleza humana. Usa el lenguaje en particular, el significado y el uso como una fuente de evidencia acerca de la naturaleza humana, incluidos nuestros conceptos de espacio, tiempo, causalidad y substancia; nuestras emociones tales como odio, repugnancia y temor; y nuestras relaciones sociales tales como dominación, comunalidad y reciprocidad.
Antonio Gimeno- Uno de los mejores pasajes de la obra es aquel en el que "deconstruye" la declaración de Independencia de Estados Unidos, reduciendo a escombros semánticos toda la fuerza poética del texto fundacional
¿cómo es posible que nuestro lenguaje instintivo haya sido capaz de elaborar conceptos como libertad?
S.P-Es probable que tenga su origen en el concepto físico de no estar estorbado por limitaciones físicas, tales como cargas o enredos. Sin embargo, ¡en muchos idiomas el equivalente más próximo a la palabra libertad significa licenciosidad o irresponsabilidad!
Memetic Warrior- Cuál es su opinion sobre la evolución multinivel tal como fue definida en este artículo de David Sloan Wilson y Edward O. Wilson?
S.P-Creo que es errónea; los grupos no se replican y forman otros grupos que hereden sus propiedades como lo hacen los genes. Ciertamente existe el fenómeno de la psicología de grupo; las personas, y otros organismos, tienen adaptaciones para prosperar en el contexto de un grupo, lo que significa equilibrar los beneficios que proporciona el bienestar general del grupo con los costes en que se incurre al sacrificarse por ese bienestar. Pero no creo que esto se analice lúcidamente formulando una analogía entre grupos y genes.
Kantor-¿Cree usted que la conciencia, las reglas esenciales de la moral, son hechos fundamentales del universo, o un resultado contingente del proceso evolutivo? ¿Las personas construyen la moral o la descubren?
SP-No estoy de acuerdo con que la conciencia (al menos en su sentido en inglés) sea una propiedad fundamental del universo; es un rasgo de nuestra psicología, que ha evolucionado para tratar con los problemas inherentes a vivir con otros organismos de la misma especie. Es posible, sin embargo, que alguna noción de moralidad sea un rasgo de la realidad (la posición que los filósofos llaman "realismo moral"). Tal vez cualquier criatura que sea tanto racional como social es forzada por la lógica a gravitar hacia alguna versión de la regla de oro o imperativo categórico, ya que nada en la lógica privilegia la noción de "yo" frente a "tú" o "todos los demás".
Luis I.Gómez-En su libro "La Tabla Rasa. La negación moderna de la naturaleza humana" usted defiende que los humanos nacen con ciertas características de personalidad determinadas, el libre albedrío es una de ellas, y sostiene que, debido a ello, los humanos se resisten-por naturaleza- contra la esclavitud y el totalitarismo. Sin embargo, vivimos de hecho en un momento en que la corriente principal de las clases dominantes (políticas, intelectuales, sociales) basa su acción paternalista y su igualitarismo sobreprotector en la idea de que somos una especie de "tabla rasa", susceptible a ser educados en lo que ellos consideran políticamente correcto. ¿Somos testigos de la degradación evolutiva de la individualidad como característica humana, o más bien del nacimiento de un conflicto entre lo "genético" y lo "social", difícilmente dirimible sin violencia?
S.P-Tengo la sensación de que hay una creciente receptividad hacia el concepto de naturaleza humana, en parte por los avances de las ciencias de la evolución y la genética, en parte porque las generaciones más jóvenes no están tan comprometidas con los dogmas políticamente correctos de sus padres, con su mentalidad de los años 60. Pero está claro que operan fuerzas en ambas direcciones.