«La ruptura familiar se mantiene como el principal problema de las familias españolas mientras las Administraciones no están haciendo prácticamente nada para ayudar a resolverlo». Así lo entiende el presidente del Instituto de Política Familiar (IPF), Eduardo Hertfelder, quien apoya su afirmación en datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), según los cuales en el tercer trimestre de 2008 hubo 26.435 rupturas matrimoniales (24.560 divorcios, 1.828 separaciones y 47 nulidades), recogidos en una informe sobre la institución familiar en España en los tres primeros trimestres del año pasado, dado a conocer ayer.
Los responsables del informe advierten de que las cifras del último trimestre apenas han variado con relación a 2007. Y esto se produce en en un periodo del año en el que históricamente y debido a las vacaciones se rompen menos vínculos. El dato comparativo ofrecido por el IPF estima un descenso del uno por ciento con respecto al año 2007.
Cada día, 357 rupturas
El estudio resalta que, de acuerdo con los datos recabados, pese a la ralentización de las rupturas debido a la crisis económica y a la disminución del número de matrimonios en los últimos cinco años (un 3,7% menos), el tercer trimestre de 2008 ha supuesto para la institución familiar un quebranto similar al del periodo de referencia (año 2007).
La suma de las cifras de los nueve primeros meses de 2008 eleva hasta casi cien mil (96.500) el número de uniones quebradas. De ellas, 89.744 fueron divorcios, 6.599 separaciones y 157 nulidades, lo que se concreta en una ruptura cada cuatro minutos y 357 diarias.
Andalucía encabeza el número de rupturas conyugales en España y Navarra y La Rioja cierran el listado
En cuanto al tipo de ruptura, más de nueve de cada diez de ellas (93 por ciento) son divorcios, un método que, a juzgar por los datos de periodo analizado, es casi unánime. Esto significa que la separación de los cónyuges adquiera dimensiones prácticamente residuales y testimoniales, ya que se reduce a un 6,8 por ciento. Además, cuatro de cada diez divorcios se han producido de forma más o menos traumática; es decir, no consensuada o contenciosa.
Para Herfelder, la situación en España se ha agravado de tal manera que mientras entre 2002 y 2007, la población aumentó en un 9,4 por ciento, es decir, 3,8 millones de personas más, el número de matrimonios descendió en un 3,7 por ciento, porcentaje que se cuantifica en 7.825 matrimonios menos cada año.
Cifras triplicadas
Los datos ofrecidos por el IPF hablan de que el número de rupturas ha crecido un 19,1 por ciento, pasando de 115.374 en 2002 a 137.451 en 2007. En opinión del presidente del mencionado Instituto, el número de divorcios ha pasado a representar el 36,5 por ciento en 2002, cuando una de cada tres rupturas era de esa naturaleza, a 93 por ciento en los primeros nueve meses de 2008. «Es una escalada impresionante, ya que las cifras se han triplicado en apenas seis meses», afirma Hertfelder.
El estudio evalúa también la situación por Comunidades autónomas. Las conclusiones deparan que en los dos primeros tercios de 2008, Andalucía encabeza la lista de rupturas, con un total de 18.080. De ellos, 16.641 son divorcios y 1.342, separaciones. A corta distancia aparece Cataluña, con 17.310 rupturas (16.348 divorcios y 945 separaciones). El tercer lugar corresponde a la Comunidad de Madrid, en la que 13.101 matrimonios se fueron a pique. De ellos, 12.337 en forma de divorcio y 748 como separación.
La Comunidad Valenciana aparece con 11.974 desuniones (11.270 divorcios y 686 separaciones). En Canarias las cifras se reducen a la mitad, 5.328 divorcios y 219 separaciones de la convivencia: Galicia ofrece indicadores similares, 5.194 y 343 respectivamente. En Castilla y León y el País Vasco la situación reflejada es muy similar,: 3.351 divorcios y 201 separaciones para la primera y 3.364 divorcios y 201 separaciones para la segunda. En la zona media de la tabla están Castilla-La Mancha (3.258 rupturas, la mayoría divorcios), Murcia (2.481), Baleares (2.474), Asturias (2.370) y Aragón (2.215), Y en la parte baja del listón, Extremadura (1.527 matrimonios deshechos)y Cantabria (1.255). Navarra y la Rioja cierran este singular ranking. Navarra registró 967 divorcios y 58 separaciones y La Rioja 488 divorcios y 34 separaciones.
El porcentaje de divorcios respecto de las rupturas no es igual en todas las autonomías ni mantiene la misma tendencia que las cifras absolutas. Canarias y Cantabria son las comunidades con un mayor porcentaje de divorcios en el conjunto de las rupturas, ya que alcanzan el 97 por ciento. En Cataluña suponen el 94,4 por ciento: el País Vasco llega al 94,3 por ciento; Madrid al 94,2 por ciento y Valencia al 94,1.
Los porcentajes menores corresponden a La Rioja, donde alcanza el 92,2 por ciento; Castilla-La Mancha, el 91,8 por ciento, Castilla y León el 91,7 por ciento y Extremadura, el 89,9 por ciento.
Derecho a la estabilidad
Estos datos han sembrado la alarma en el Instituto de Política Familiar. Su presidente considera que «las Administraciones no pueden seguir permaneciendo indiferentes ante una problemática como es la estabilidad familiar y que se ha convertido en el principal problema de las familias españolas». En su opinión, «no se está preservando el derecho de los padres a la estabilidad conyugal».
El Instituto de Política Familiar enfatiza en que «el derecho a la estabilidad conyugal, y más especialmente para los matrimonios con hijos y en situaciones de conflictividad o crisis, debe ser una tarea fundamental de las Administraciones, que no pueden seguir ignorando este dramático problema».