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Cheryl Shuman, en la Fox.
Cheryl Shuman está haciendo mucho ruido en Estados Unidos por la legalización de la marihuana. Fundadora de un grupo muy particular, The Beverly Hills Cannabis Club, esta mujer de 53 años que fue reina de belleza, elegía personalmente las gafas para Michael Jackson y ha trabajado con Tom Cruise, Julia Roberts, Johnny Depp, Steven Tyler o Jennifer Lopez a través de su empresa Starry Eyes, pone ahora toda su energía en una cruzada que ella misma ha bautizado como "la fiebre verde".
A su lado está la flor y nata de Hollywood. Su club lo forman miembros de la alta sociedad de California, que legalizó el consumo de la marihuana medicinal en 1996, y cuyos ciudadanos fuman más porros que el resto de los estados juntos. Unas 1.000 mujeres de la industria del cine, la televisión y la música le compran 'maría' habitualmente. Estrellas como Justin Timberlake, Lady Gaga, Rihanna, Jennifer Aniston, Brad Pitt, Elijah Wood o Michael Phelps aplauden su lucha. Todos reconocen fumar y apoyar la causa del cannabis. Shuman tiene relación con ellos, pero no quiere dar detalles: "no sería ético exponer información privada de nuestros miembros", dice a Vanity Fair.
En el país de Obama se puede comprar y consumir marihuana medicinal legalmente en 21 estados. En Washington y Colorado (donde su venta generará 271 y 359 millones de dólares, respectivamente, el próximo año) también es legal para uso recreacional. Varias ciudades de Maine y Michigan acaban de dar luz verde a los mayores de 21 años que quieran fumarla porque sí (sin pasarse de una onza). Casi 600.000 consumidores la podrán adquirir legalmente en una tienda este año. Los ciudadanos de Alaska y Oregón votarán para su completa legalización en 2014. Muchos otros estados les seguirán en 2016. Y hasta 14 se apuntarán a la 'revolución verde' en los próximos cinco años.
"Igual que en los años 90 vivimos el boom de las punto com, hoy hablamos del boom de la marihuana. Estamos escribiendo la historia. Y es imparable", apunta Shuman, incansable activista desde que le detectaron un cáncer en 2006. "Tras varios años de quimio y radio, mi médico me recomendó probar el cannabis como alternativa. Utilicé el aceite de la planta para curarme y aprendí a cultivarla en mi granja de California. Me ayudó con las náuseas, la ansiedad y la depresión; y redujo los tumores. Es más sano que el alcohol, el tabaco y los fármacos".
Esta experiencia la convirtió en el rostro del movimiento. "La Martha Stewart de la marihuana", como la conocen en EEUU, ha aparecido en la CNN, ABC o Fox, y junto a grandes estrellas de la televisión americana como Katie Couric o Barbara Walters. Tan convincente es su mensaje (y poderosa su imagen) que ya está preparando un reality y un libro.
Y como sin dinero no eres nadie en EEUU, Shuman maneja un fondo de 100 millones de dólares, junto a su hija Aimee, para invertir en el sector del cannabis. "Intentamos acabar con los estereotipos de 'perdedores' o 'hippies' que venden los medios. Queremos dar una nueva imagen del moderno consumidor".
Su objetivo es vender la mejor 'maría' posible. Y lanzar proyectos como el Cannabis Tourism and Resorts, que verá la luz en 2014 en Colorado, Washington y California "para que los fans de la marihuana puedan relajarse y disfrutar de sus vacaciones en un ambiente amigo del cannabis".
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Cheryl Shuman, durante una entrevista para Access Hollywood.
El pasatiempo preferido de esta heroína hiperactiva es reunirse con las mujeres del club para hacer lo que más les gusta: fumar mientras hablan de política, actualidad o la expansión de su campaña a otras ciudades. "Nuestro chef nos prepara una comida elaborada con cannabis mientras probamos las últimas cosechas. Qué mejor forma de socializar", confiesa esta mujer que describe sus logros como "una revolución".
"Mi gran inspiración es Pauline Sabin, un rica neoyorquina que lideró la lucha contra la prohibición del alcohol en los años 30, y enseñó a las mujeres a tener voz. Mi hija y yo seguimos sus pasos para llegar a ver el histórico final de la prohibición del cannabis, que llegará en 2016", dice, convencida.
El suyo es también un objetivo económico. "Se estima que la industria legal del cannabis rondará los 47.000 millones de dólares dentro de tres años. Dará trabajo y engordará las arcas del estado. Nos permitirá revolucionar el sector de la salud alternativa y ayudará a nuestra economía", asegura.
¿Y qué dicen desde el bando contrario? Pues que los efectos negativos de esta planta en la salud mental, debido a su acción psicotrópica, justifican su prohibición total. Sin excepciones. Así lo defiende la organización Ciudadanos en Contra de la Legalización de la Marihuana (CALM, por sus siglas en inglés), con sede en California. Uno de sus fundadores, Scott Chipman, subraya que en los últimos años se han incrementado los niveles de THC (su principal compuesto psicoactivo), lo que la hace todavía más peligrosa.
Lejos de amedrentarse, Shuman no solo se empeña en lanzar frases como "la marihuana nos hace mejores madres", sino que ya está pensando en llevar su batalla a Israel, Australia, Nueva Zelanda y Europa.