Por Deisy Buitrago
CARACAS (Reuters) - Los venezolanos se debatieron el lunes entre la euforia y la depresión, un día después de que el presidente Hugo Chávez lograra su reelección por otros seis años al recibir su "revolución socialista" un alud de votos en el país petrolero.
Mientras algunos en los barrios más lujosos en el este de Caracas digerían la victoria y pensaban ya en las fiestas navideñas, otros aún festejaban el triunfo de su "Comandante."
"Ese es el gobierno que tiene que mandar, el único que se ha acordado de la gente pobre. Chávez ha hecho lo que los demás gobiernos no quisieron hacer. Así es que se gobierna. ¡Viva Chávez!," dijo Miguel Angel Sulbarán, un motociclista que trabaja como mensajero y que votó por el presidente.
Venezuela amaneció en calma luego de los festejos en varias zonas del país por el triunfo de Chávez en los comicios, en los que obtuvo un 62,57 por ciento de los votos válidos, según el segundo boletín parcial de la autoridad electoral.
Su principal rival, el gobernador del occidental estado de Zulia, Manuel Rosales, alcanzó el 37,18 por ciento.
Las calles y autopistas de la capital venezolana, generalmente congestionadas por el tráfico, lucieron como en un día feriado, con muchas empresas privadas e instituciones públicas dando el día libre a sus empleados.
Tampoco hubo clases en las escuelas, que cesaron sus actividades desde finales de la semana pasada y permanecerán cerradas hasta el martes, ya que fueron centros de votación.
Algunos se mostraban desalentados por la victoria de Chávez, a quien sus adversarios han descrito en momentos como un "pichón de dictador" y "tirano."
"Me siento mal, no me esperaba ese resultado del Consejo Nacional Electoral; de verdad estábamos apostando por un cambio en Venezuela," dijo Lauremi Bilbao, un técnico en sistemas, mientras tomaba un café en una pastelería del este de Caracas, un bastión de la oposición política al mandatario.
REACCION INTERNACIONAL
La Casa Blanca, de la que Chávez es un fiero crítico, felicitó a los venezolanos por su compromiso con la democracia, elogió al opositor Rosales, pero no mencionó al mandatario.
Eso responde a la estrategia estadounidense de este año de evitar una lucha retórica con un hombre que acaparó los titulares mundiales llamando a su homólogo George W. Bush "el diablo" en un discurso en septiembre ante Naciones Unidas.
Washington considera al líder venezolano una amenaza para la democracia en la región, al liderar al "club" de países latinoamericanos críticos del gobierno de Bush.
Las elecciones venezolana fueron las últimas de un año en la que Latinoamérica celebró casi una docena de comicios, en los que triunfaron políticos de izquierda cercanos a Chávez como el nacionalista Rafael Correa en Ecuador y el sandinista Daniel Ortega en Nicaragua.
Desde La Paz, el presidente boliviano Evo Morales, un estrecho aliado de Chávez, celebró la reelección.
"Felizmente yo diría que con el triunfo de Chávez en Venezuela prácticamente se acaban las democracias controladas, las democracias serviles en Latinoamérica," aseguró Morales.
El brasileño Luis Inácio Lula da Silva felicitó a Chávez a través de su portavoz. Ambos gobernantes han tejido una alianza comercial a pesar de no compartir las críticas hacia Washington.
"El presidente Lula demostró su satisfacción por la normalidad del proceso electoral en Venezuela," dijo su portavoz, André Singer.
En tanto, Colombia, cuyo presidente Alvaro Uribe es un cercano aliado de Washington, también saludó al mandatario.
"Felicitamos al señor presidente Hugo Chávez y a su gobierno y esperamos poder seguir trabajando en el mismo ánimo positivo, con la misma relación y con la misma agenda en beneficio de nuestras relaciones," dijo la canciller de Colombia, María Consuelo Araújo.
El presidente argentino, Néstor Kirchner, también envió un breve mensaje al mandatario. "Le reitero mis votos de éxito en este segundo mandato, para el afianzamiento de la democracia y el bienestar del pueblo venezolano."
El canciller venezolano, Nicolás Maduro, comentó a Reuters que el gobernante reelecto también recibió saludos de gobiernos como Chile, España y Panamá.
Maduro, un cercano aliado de Chávez, aprovechó además para destacar la actitud del candidato opositor tras su derrota. "Queremos destacar el gesto noble y valiente de Rosales en reconocer la realidad," expresó.
Chávez ganó en todos los estados de Venezuela, donde las mayorías pobres apoyaron al "Comandante" por su aluvión de programas sociales de salud, alimentación y educación que la oposición considera ineficientes y discrecionales.
Rosales había logrado reunir tras su figura a la dispersa oposición venezolana. Pero, la popularidad de Chávez entre los sectores más empobrecidos superó al respaldo que sus críticos obtuvieron entre la clase media y alta.
La Organización de Estados Americanos avaló los comicios, pese a haber detectado algunas irregularidades menores.
(Con la colaboración de Carlos Quiroga en La Paz, Luis Jaime Acosta en Bogotá, Lucas Bergman en Argentina, Adriana García en Washington y Enrique Andrés Pretel y Fabián Andrés Cambero en Caracas)