Demos mayores atribuciones y recursos a la Contraloría General de la República
Por Baldo Prokurica, senador por la región de Atacama
Senador Baldo Prokurica, región de Atacama
A pesar de que Chile aparece en el número 26 en los estudios de carácter internacional en materia de corrupción, todos éstos recomiendan y solicitan que debe haber más transparencia, debe haber más fiscalización y debe haber menos corrupción en los actos del Estado. De allí la importancia de seguir avanzando en estos criterios, pero sin pasar a llevar instituciones del prestigio de la Contraloría General de la República o el rol fiscalizador de la Cámara de Diputados.
La verdad es que si uno se pone a pensar cómo mejoramos estos aspectos que he mencionado anteriormente, yo creo que pueden haber muchas opiniones; pero una que no va a tener, sin duda, ninguna opinión contraria es entregándole más atribuciones y más recursos a la Contraloría General de la República. Si estamos de acuerdo en que tiene que haber más fiscalización, más transparencia y menos corrupción, yo creo que ésa es una forma clarísima de poder enfrentar este problema.
La Contraloría es una institución que tiene mucho prestigio, que ha funcionado por mucho tiempo y que se ha repetido en otros países del mundo; pero la Auditoría Interna del gobierno, éste organismo que se pretende crear tiene, a mi juicio, tres debilidades: en primer lugar, yo quiero decir que, como lo ha dicho el Ministro Eduardo Dockendorff, éste es un organismo que existió sin ley. ¿Y cuándo desapareció de la opinión pública? Cuando el señor Rodrigo Moraga descubrió un antecedente respecto de un órgano del Estado donde habían irregularidades y las publicó en una página web que tenía. Apenas se formó una comisión investigadora de la Cámara éste señor no quiso dar más informaciones y se terminó en lo de siempre. Ésta es una institución, que es difícil que cumpla los objetivos de mayor fiscalización, de mayor transparencia, producto de que el nombramiento que tiene es por el Presidente de la República, y la integración es por personas que corresponden a los mismos que se quiere fiscalizar.
Entonces, yo digo, con esta nueva creación de otro organismo no se mejoran la fiscalización ni se mejora el tema de transparencia. Por el contrario, aquí hay que tener un gran debate, porque el tema de la corrupción es un tema muy serio que está afectando a nuestro país.
Y yo creo que si no ha participado en este debate el Contralor General de la República muy difícilmente el Senado puede tomar una decisión clara. Y, por el contrario, si queremos ir en la línea de los objetivos que plantea este proyecto de ley, yo creo que tenemos que ampliar las facultades de la Contraloría General de la República, en la línea, en el sentido de que la fiscalización sea una fiscalización de mérito también.
Porque lo que tenemos hoy día es que un alcalde o un funcionario público que presenta la factura, la boleta, ya salva, aunque los dineros se los haya echado al bolsillo. Y eso lo vemos permanentemente. Y vemos cómo municipios quedan absolutamente endeudados -como es el caso del municipio de Valparaíso-, asume un nuevo alcalde y al alcalde anterior nadie le puede decir nada, porque lo hizo dentro de la ley. Están las facturas, están las boletas, están los informes; ¿pero cuál es la inversión que se hizo, en qué se invirtió? “Mire, se invirtió en esto que no tiene ningún beneficio para la comunidad; en esto otro, que son viajes; en esto otro, que son gastos superfluos”. Bueno, ¿y quién le dijo nada? Nadie. Si no hay atribuciones para hacerlo. Entonces, yo creo que si queremos caminar en la línea correcta, lo más lógico que tenemos que hacer es mejorar las facultades fiscalizadoras de la Cámara de Diputados, como ya se han dado algunos pasos importantes en la última reforma constitucional; mejorar las facultades de la Contraloría General de la República, que tiene un gran prestigio -uno puede tener muchas opiniones distintas, a veces, con la Contraloría-, y entregarle más atribuciones, para que su fiscalización sea una fiscalización de mérito y no solamente formal. Y finalmente, entregarle más recursos.
A mi no me convence el proyecto de ley que crea la Auditoría Interna de gobierno, cuando habla de que su objetivo principal es “velar por el respeto, aplicación y cumplimiento de las normas que regulan la organización y funcionamiento de las respectivas instituciones”; o que “El Consejo y los demás órganos previstos en esta ley velarán en forma preferente por el respeto y consolidación de los principios de probidad y transparencia en la gestión de las instituciones sometidas a su control”. Creo que aquí, se traslapan ciertas facultades que ya está cumpliendo otra organización. No termina de convencerme un proyecto como éste, no porque esté en contra de la fiscalización ni en contra de que haya más transparencia, sino que, por el contrario, me parece que ésta no es la mejor forma de abordar el problema que está viviendo el país.
Desde el Senado, Mayores atribuciones y recursos para la Contraloría: Saludos Rodrigo González fernández
