Los indicadores y directrices comunes para las evaluaciones ambientales permitirán comprender conjuntamente el impacto ambiental de la ganadería y mejorar la formulación de políticas Una nueva alianza encabezada por la FAO pretende mejorar la medición y evaluación del impacto ambiental de la industria ganadera, un primer paso necesario para mejorar la sostenibilidad de este importante sector de producción alimentaria.
La cría de ganado y el consumo de productos de origen animal contribuyen de manera crucial al bienestar económico y nutricional de millones de personas en todo el mundo, en especial en los países en desarrollo.
Dado que el consumo mundial de carne, huevos y productos lácteos sigue aumentando, cada vez se está prestando más atención al comportamiento ambiental del sector ganadero, como por ejemplo, a la eficiencia en su uso de unos escasos recursos naturales, su impacto en los recursos hídricos, y a su contribución al cambio climático.
En la reciente conferencia Río +20 sobre desarrollo sostenible, los gobiernos coincidieron en la necesidad de hacer la producción agrícola más sostenible, y en especial en el caso de los sistemas de producción ganadera.
En la actualidad, se están utilizando numerosos métodos diferentes para medir y evaluar el impacto ambiental de la cría de animales, por lo que resulta difícil comparar los resultados y establecer las prioridades para la mejora continua del comportamiento ambiental en las cadenas de producción.
"Debemos de entender conjuntamente cómo evaluar el comportamiento ambiental del sector ganadero", dijo Pierre Gerber, oficial superior de políticas ganaderas de la FAO. "El objetivo es mejorar este comportamiento, y crear formas de producción más sostenibles que sigan proporcionando alimentos e ingresos. Para ello, necesitamos información cuantitativa fiable sobre los principales parámetros ambientales en las cadenas de producción ganadera, como base objetiva para impulsar las mejoras".
Trabajar juntos
La FAO y sus socios gubernamentales, del sector privado, y de organizaciones no gubernamentales trabajarán juntos en diversos frentes para fortalecer los fundamentos científicos de la evaluación comparativa ambiental de las cadenas de producción ganadera.
Las actividades previstas para la primera fase del proyecto, de tres años de duración, incluyen:
Establecimiento de métodos y directrices científicos para cuantificar la huella de carbono de la ganadería, que abarca diversos tipos de explotaciones ganaderas y sistemas de crianza;
Creación de una base de datos de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas para la producción de diferentes tipos de piensos. La utilización y producción de piensos ofrecen importantes oportunidades de reducir las emisiones de la ganadería.
Desarrollo de una metodología para medir otros factores importantes de presión ambiental como el consumo de agua y las pérdidas de nutrientes.
Inicio de una campaña de comunicación para promover la utilización de las metodologías y conclusiones de la asociación.
Entre los miembros fundadores de la asociación se encuentran: los gobiernos de Francia, Irlanda, los Países Bajos y Nueva Zelanda, la Federación Europea de Fabricantes de Alimentos Compuestos (FEFAC, por sus siglas en inglés), la Industria Europea de Aceites Vegetales y Harinas Proteicas (FEDIOL, por sus siglas en inglés), la Federación Internacional de Lechería (FIL), la Oficina Permanente Internacional de la Carne (OPIC), la Comisión Huevera Internacional (IEC, por sus siglas en inglés), el Consejo Internacional Avícola (IPC, por sus siglas en inglés), la Federación Internacional de Sanidad Animal (IFAH, por sus siglas en inglés) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
Se espera que se incorporen más miembros a la asociación en próximos meses.
La Secretaría de la asociación tiene su sede en la FAO.
La obligación de la sostenibilidad
La FAO calcula que la demanda de productos pecuarios continuará intensificándose durante las próximas décadas. Se espera que el consumo de carne aumente casi en un 73 por ciento para el año 2050; mientras que el consumo de productos lácteos se incrementará en un 58 por ciento con respecto a los niveles actuales.
"Este crecimiento continuo de la demanda se producirá en un contexto de creciente competencia por unos recursos limitados y en ocasiones destinados a desaparecer, de retos adicionales planteados por el cambio climático, y de obligación de hacer la producción alimentaria mucho más sostenible", aseguró Henning Steinfeld, Jefe de la Subdirección de Información Ganadera y de Análisis y Política del Sector de la FAO. "Tenemos que proteger a este importante sector alimentario, y es clave mejorar la eficiencia de su uso de los recursos naturales y su rendimiento en términos de sostenibilidad."