No fue fácil, supuso una negociación intensa, pero se logró. Rafael Guilisasti, vicepresidente de Concha y Toro y segundo hombre en la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), obtuvo la venia de todas las ramas para convertirse a partir de diciembre en el próximo timonel de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC) sin tener que ir a ninguna elección. Para conseguirlo selló un compromiso con las restantes ramas: defender el modelo económico y lograr con el gobierno los acuerdos necesarios para pasar la crisis con el menor daño posible.
"Lo que se negoció es que el presidente de la CPC tuviera un rol activo y que saliera a defender el modelo económico ante los ataques que está sufriendo. Nos dieron (en la Sofofa) las garantías suficientes y por eso dimos nuestro apoyo", cuenta el ex presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, Fernando Echeverría, quien también "sonaba" para conducir la CPC.
El tema es importante debido a que la crisis económica arreciará el próximo año, lo que ha exacerbado, de parte de algunos sectores, las críticas y ataques al modelo, y lo que consideran falta de regulación del mercado. Además, se estima que la carrera por la Presidencia de la República puede llevar al oficialismo a recurrir a políticas o poner en la agenda temas contrarios a las bases del libre mercado.
Guilisasti -un ex militante del partido de izquierda Mapu en los 70- es visto por sus conexiones en el mundo empresarial y político "como un gran tipo que tiene las competencias ideales para este complicado momento", resume Pablo Bosch, gerente general de B. Bosch.
Pero que Guilisasti llegara a presidir el máximo órgano empresarial del país requirió trabajo y no sólo con la Construcción. El agro tampoco enarboló un candidato, porque privilegió el diálogo con el vicepresidente de Concha y Toro. Arturo Fernández León, vicepresidente del gremio agrícola SNA, contó que con Guilisasti "se habló de temas (como el laboral y algunos cambios tributarios) que propiciaran un repunte de la actividad económica que, por lo demás, son parte de la agenda de la Sofofa y él viene trabajando en ellos desde hace tiempo".
A estas temáticas se añaden otras que están pidiendo los empresarios, como una nueva "Agenda Pro Crecimiento", análoga a la que impulsó el ex CPC Juan Claro en el gobierno de Ricardo Lagos para enfrentar los efectos de la crisis asiática. Ricardo Paz, director de Paz Corp, precisa que se necesitan "mecanismos que permitan navegar en esta tormenta de una forma más tranquila y coordinar el sector privado y público para no agrandar el problema (de la crisis) innecesariamente".
Guilisasti, dicen sus cercanos, sabe que le toca navegar en aguas turbulentas y por eso valora que su llegada a la CPC sea a través de un acuerdo que rompa los tradicionales alineamientos. En un contexto donde la crisis exacerbará a cada sector a pedir paquetes de ayuda, la intención de Guilisasti es no arbitrar en las diferencias entre las distintas ramas, sino que concentrarse en defender políticas públicas de interés más general.
CAMBIO DE ESTILO
La defensa del modelo supondrá un cambio de estilo en la conducción de la CPC. ¿Más o menos exposición pública? Fernando Echeverría estima que Guilisasti actuará con pragmatismo. Pero, sin duda, que el difícil momento económico hará que el próximo timonel de la multigremial sea más locuaz que su amigo Bruno Philippi en Sofofa, porque, además, por su perfil ya lo es.
Como presidente de Viñas de Chile ya hizo gala de su capacidad de comunicación y como vicepresidente de Concha y Toro, de su gran competencia como negociador. Mal que mal, dice el director de empresas Heriberto Urzúa, "él es un empresario tremendamente exitoso, ha llevado estupendo una compañía en un rubro en donde a muchas empresas en Chile no les va muy bien".
LOS FANTASMAS
Y si bien cuando surgió el nombre de Guilisasti como candidato, entre algunos empresarios su pasado Mapu no fue bien visto, finalmente no importó e, incluso, hoy ello es considerado por otros como un plus, ya que puede llegar a sectores más amplios del oficialismo.
"Tiene muy buenas relaciones con el gobierno y los diferentes sectores", resalta Arturo Fernández León, quien minimiza el pasado de izquierda de Guilisasti. "A lo mejor yo pude haber sido comunista", dice.
Wolf von Appen, del grupo Ultramar, resumió el sentir de muchos: "No molesta que haya sido Mapu. Hoy está más maduro y más viejito".