Nuevas formas de ver y de pensar
(Este es un artículo del eJournalUSA "Integración de los inmigrantes en el cauce nacional", publicado en febrero de 2008) (1518)
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Por Scott E. Page
Entre los móviles que han impulsado el dinámico éxito de la economía de Estados Unidos figuran las diferentes e innovadoras formas de ver y los modos de pensar que han traído consigo las oleadas de inmigrantes llegados de todo el mundo.
Scott E. Page es profesor de sistemas complejos, ciencias políticas y economía en la Universidad de Michigan en Ann Arbor, Michigan, y profesor visitante del Instituto Santa Fe en Santa Fe, Nuevo México, así como autor de The Difference: How the Power of Diversity Creates Better Groups, Firms, Schools, and Societies.
La política de inmigración de Estados Unidos es la creadora de una nación diversa. Esa diversidad - es decir, las diferencias de cultura, nacionalidad, etnia o religión - contribuye a la robustez y productividad de la economía estadounidense. Llanamente dicho, la diversidad es en parte responsable de la ventaja de Estados Unidos sobre todos los demás países del mundo en innovaciones y logros científicos.
Los inmigrantes han demostrado ser gente muy emprendedora. De 1995 á 2005, más de una cuarta parte de todas las nuevas empresas de tecnología avanzada incluían un inmigrante en sus equipos directivos. En 2005, esas mismas empresas fueron las empleadoras de casi medio millón de trabajadores y generaron más de 50.000 millones de dólares en ingresos. Entre ellas se cuentan Intel, Google, Yahoo!, Sun y eBay.
El efecto de los inmigrantes en la ciencia es parecido. Más de una tercera parte de los laureados con el Premio Nobel en ciencia son inmigrantes. Entre ellos se incluyen los ganadores de la edición de 2007 del Premio Nobel en Medicina, Mario Capecchi y Oliver Smithies, ambos catedráticos en universidad estatales.
Sin embargo, aun cuando los inmigrantes estén dotados de talento, parte de su éxito se debe a que sencillamente contribuyen nuevas habilidades, nuevas formas de ver y nuevos modos de pensar. Cuando los inmigrantes llegan a Estados Unidos, traen consigo una diversa amalgama de historias, vidas, culturas y religiones. A ello también se suma su determinación de alcanzar el éxito. Estas dos características, diversidad cognoscitiva y deseo de triunfar, hacen posible que los inmigrantes hagan aportaciones muy notables.
Los datos estadísticos sobre los beneficios de la diversidad cognoscitiva no admiten duda. Estos beneficios son evidentes en la economía: las grandes ciudades con el mayor cantidad de trabajadores inmigrantes son las más productivas de la economía estadounidense, debido en parte a la aportación de una diversidad de ideas. Son evidentes en los círculos académicos: la investigación realizada por equipos compuestos de investigadores de diversos antecedentes tiene efecto mayor que la de los estudiosos que trabajan en solitario. Y son evidentes en el mundo del arte y de la cultura: en estas áreas los logros dependen mucho de la afluencia de nuevas ideas traídas por los inmigrantes.
Perspectivas diferentes
Los economistas, sociólogos y sicólogos han comenzado a desvelar los mecanismos por los cuales opera la diversidad. ¿A qué se debe que la diversidad de los ciudadanos produzca más innovaciones, más avances científicos y un arte más interesante? La respuesta más sencilla es que la diversidad cultural y la variedad étnica se convierten en nuevas formas de ver y modos de pensar. Los científicos sociales se refieren a ello como perspectiva y heurística.
"La onda del futuro no es la conquista del mundo por medio de un solo credo dogmático, sino la liberación de las diversas energías de las naciones libres y de los hombres libres", dijo el presidente John F. Kennedy.
La diversidad de puntos de vista hace que se pueda replantear un problema difícil y buscar una solución fácil. Los productos nuevos, los avances científicos y las formas innovadoras en las artes surgen de la diversidad de perspectivas. Por ejemplo, luego de contemplar un campo labrado, el inventor Philo Farnsworth vislumbró la manera de transmitir las imágenes por aire, una revelación que condujo a la invención de la televisión. Es imposible anticipar cuál será el punto de vista que resultará en un descubrimiento nuevo, pero sí se puede alentar a que cundan perspectivas diferentes para que los avances ocurran con naturalidad.
Los diversos modos de pensar suelen producir adelantos menos trascendentales y más cotidianos que los grandes descubrimientos, que son el resultado usual de un cúmulo diverso de perspectivas. Los miembros de toda sociedad aportan y aprenden un enorme repertorio de técnicas formales para la solución de problemas, y de normas aprendidas de la experiencia, la educación y la familia. Los diversos modos de pensar hacen posible que una sociedad haga innovaciones pequeñas pero constantes, ya sean en el laboratorio o en la línea de ensamblaje.
El crecimiento económico y el progreso científico dependen de los avances conjunto con la innovación sostenida. Lo primero que sucede es que alguien aporta un nuevo punto de vista y se le ocurre la idea de la bicicleta, de la computadora personal o de una empresa que hace posible pujar en subastas a través de la Internet. Luego otros dedican décadas a perfeccionar y mejorar la idea mediante la aplicación de diferentes modos de pensamiento.
La inmigración proporciona un flujo constante de nuevas formas de ver y modos de pensar, de ahí el enorme éxito de los inmigrantes en empresas nuevas, en las ciencias y en las artes.
Dando buen uso a la diversidad
No es posible obtener los beneficios económicos, científicos y culturales de la inmigración sin la previa existencia de una infraestructura política, social y económica. Las sociedades diversas se diferencian de las sociedades homogéneas en tres aspectos muy importantes: Primero, la diversidad contribuye a la complejidad. La gestión de algo complejo nunca es tarea fácil. Ello se aplica a las economías, a las sociedades y a los equipos. Las interacción entre comunidades y grupos diversos puede ser en ocasiones antagónica e impredecible.
Segundo, la comunicación de las diferentes formas de ver y modos de pensar requiere paciencia y tolerancia. El éxito está vinculado a la aceptación de aquello que es diferente en unos y otros. El éxito requiere que se mire más allá del color de la piel de una persona, que se escuchen sus ideas y no la entonación del habla. Y, sobre todo, el éxito requiere que se reconozca que otra persona, otra persona diferente a nosotros, sea la poseedora de la respuesta más acertada.
Tercero, los grupos diversos de personas no sólo son diferentes en la forma de ver y en el modo de pensar, sino también en los objetivos e ideales que persiguen. Si hay desacuerdo sobre las prioridades fundamentales- por ejemplo, si pretenden alcanzar objetivos nacionales diferentes - luego, es muy posible surjan problemas. Un grupo diverso de personas no puede unirse para solucionar un problema si no hay acuerdo previo sobre cuál es el problema. Se requiere un consenso en la determinación de objetivos y principios fundamentales. Tan convincente como es la prueba de que las diversas formas de ver y modos de pensar producen grandes beneficios, también lo es la evidencia de que la diversidad de principios fundamentales puede generar problemas enormes.
El entorno adecuado
En vista de las anteriores tres características, no es posible obtener los beneficios de la diversidad que produce la inmigración fuera de un contexto apropiado. Este contexto o entorno debe incluir tanto las normas informales propias de una sociedad - como son la disposición de escuchar y la tolerancia de las diferencias - así como las leyes formales, tales como las que prohíben la discriminación por motivos de identidad. El resultado deseado es una cultura nacional que, mientras alienta a la gente a pensar de modos diferentes, logre un consenso amplio en los principios y objetivos más fundamentales de esa nación.
Por ejemplo, en un sistema político sano, la gente a menudo discrepa sobre las medidas que se deben adoptar para responder a los desafíos. Es algo que se observa en Estados Unidos en los debates sobre la financiación de los sistemas de educación pública y la redacción de normas de política ambiental. Sin embargo, entre esas mismas personas existe un consenso general sobre los objetivos finales: la importancia de la educación y de un medioambiente sano. No cabe duda de que una política abierta de inmigración genera la diversidad cultural, étnica y religiosa. Pero, también es cierto que otro de sus resultados es la diversidad cognoscitiva. Y, en esa diversidad cognoscitiva radica el valor económico, científico y cultural de los inmigrantes. Una forma nueva de ver permite desencadenar progresos. David Ho, un inmigrante nacido Taiwán, fue el primero en darse cuenta de que un solo medicamente antiviral no podía combatir el SIDA, y que un cóctel de medicamentos podía ser eficaz. Ese razonamiento le llevó a formular una nueva terapia combinada contra el SIDA y a ser seleccionado como Hombre del Año en 1996 por la revista Time. Ha salvado millones de vidas.
El mismo razonamiento de Ho explica el valor de la inmigración. La gente proveniente de diferentes culturas trae consigo diversas formas de ver y modos de pensar, visiones que aplican a los retos y a las oportunidades que afronta la nación. Una sola persona no puede hacer frente a cada desafío, pero la constante afluencia de nuevas y diversas formas de ver y modos de pensar que resultan de la inmigración abierta nos garantiza que podremos hacerlo colectivamente.
Las opiniones expresadas en este artículo no reflejan necesariamente los puntos de vista o políticas del gobierno de Estados Unidos
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(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web:
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