El cambio climático es uno de los problemas más serios que atañen a la población mundial en
general, una realidad presente que no distingue raza o religión, y que tiene un impacto directo en la vida de los individuos y las empresas.
Las condiciones de pobreza de México, acompañadas por el deterioro ambiental global de los últimos años, hacen que los efectos del cambio climático sean cada vez más fuertes en el país, por lo que especialistas coinciden en que es urgente instrumentar estrategias adecuadas para poder enfrentar el gran reto que existe en la materia, emanadas de la sociedad y las empresas.
Entrevistado por El Empresario, Gerardo Ceballos, Premio Nacional al Mérito Ecológico 2005, advirtió: "Nunca antes se había tenido una amenaza tan severa y directa. Las evidencias están presentes en huracanes como Stan y Wilma, los desbordamientos del río Grijalva, las inundaciones en Tabasco y la pérdida de la cobertura vegetal".
Todos estos fenómenos, que han incrementado su frecuencia a consecuencia del calentamiento
global, podrían poner en peligro la viabilidad social, económica y política del país si no se toman las medidas necesarias para enfrentarlos, advirtió el Investigador del Instituto de Ecología de la UNAM.
Pese a reconocer que no hay cifras suficientes que ejemplifiquen la magnitud de los daños causados por el cambio climático, el entrevistado dijo que a nivel nacional estos desastres causan millones de dólares en pérdidas y un impacto "enorme" a la economía del país.
Un golpe desigual Por los desastres de Villahermosa ocurridos el año pasado se perdieron más de 4,000 millones de pesos, recordó, al indicar que en estos siniestros se pierden casas, comercios y productos, que significan la inversión y el trabajo de distintas empresas, adicional al tiempo que pierden al no poder hacer negocios.
"En las empresas, el cambio climático no pega por igual. No es lo mismo el efecto en las grandes cadenas que en el negocio familiar; por ejemplo, Wal-Mart contrata seguros contra pérdida mientras un pequeño negocio no está en esa posibilidad", explicó el especialista.
Añadió que es tiempo de hacer esfuerzos serios para prevenir estos efectos en la población más desprotegida, "hay que sacarlos de las cañadas, de las laderas, de los ríos, empezar a prevenir la situación a largo plazo para evitar los problemas".
También dijo se debe comenzar a restaurar el hábitat, sembrar hectáreas de selvas, algo que no se está haciendo y en lo que estamos rezagados.
Impacto directo Por su parte Jesús González, socio en área de asesoría en riesgo de la firma consultora KPMG, consideró que hay tres puntos primordiales en cuanto al cambio climático y su efecto en los negocios. Lo primero, dijo, es que "los efectos ya están presentes y se sentirán a corto plazo.
En segundo lugar, el fenómeno genera riesgos, pero también oportunidades, dependiendo de la organización, y tercero, los efectos que conlleva son financieros, pero también estratégicos,
ya que es el momento para pensar si la estrategia que se está llevando en la empresa es la correcta para evitar riesgos y aprovechar oportunidades".
Un estudio reciente de la firma sobre los efectos del cambio climático en los negocios identifica cuatro riesgos relevantes.
El regulatorio, referido por 72% de las organizaciones; el físico, con 50%; de reputación con 28% y el de litigio, con 14 por ciento.
Se prevé que en un futuro cambien estos porcentajes, comentó González, pues aunque en la actualidad hay leyes ambientales que exigen a los negocios tomar ciertas medidas, cada vez hay una tendencia más marcada de los consumidores por utilizar los productos de los negocios que están más preocupados por evitar dañar al medio ambiente.
En los últimos 15 años las perdidas físicas reconocidas por las aseguradoras a nivel mundial se han incrementado en una forma exponencial, enfatizó el especialista de KPMG.
En 1970 eran aproximadamente 4,000 millones de dólares los pagos por efectos de afectaciones
físicas del medio ambiente, en 1990 se había incrementado cinco veces esta cifra a 21,000 millones, mientras que en el 2005 estos fueron 100,000 millones de dólares, es decir, 20 veces el crecimiento de la cifra inicial.
Añadió que actualmente los impactos del medio ambiente son más fuertes en los negocios, lo que se ve claramente en la forma en que las compañías contratan seguro tanto en México como a nivel mundial.
"El tema físico afecta directamente la operación de una empresa, por ejemplo, los huracanes que
se presentan en el sureste del país puede detenerte por meses las operaciones de las mismas, no sólo se trata de la destrucción de las playas o las palmeras, sino del tiempo en que un negocio tarda en recuperarse y en volver a atraer gente al lugar", indicó.
En cuanto al tema de la reputación, el analista refirió que de acuerdo con la consultora Interbrand, la marca representa por lo menos 20% del valor de una compañía, "si tu compañía no es bien vista, comienzas a perder valor, algo que aplica a todas las compañías, no importa el
tamaño".
Oportunidades No obstante el impacto negativo del cambio climático, ambos especialistas reconocen un nicho de
oportunidades para las pequeñas y medianas empresas (PYMES).
Ceballos expone que se trata de una oportunidad para hacer negocios con el ambiente, por ejemplo, empezar por generar más plantas recicladoras de agua, bolsas o papel cartón.
González por su parte hace referencia al Protocolo de Kioto y la obligación de los países industrializados por reducir sus emisiones de CO2. "Esta es una oportunidad para México y todas las organizaciones, no está limitado a los corporativos, pues si una empresa reduce sus emisiones de CO2 puede venderlas a aquellos países que no lo consiguen, logrando así una especie de
financiamiento".
Y es que sostiene que si una empresa mexicana vende una reducción de bióxido de carbono es mejor que invertir en la Bolsa.
"No tienes que vender tus acciones, inviertes en tecnología que es tuya, contribuyes al ambiente, te conviertes en una empresa responsable y además tienes buena reputación".
Industrias en riesgo KPMG identificó seis industrias que son más vulnerables al cambio climático: el gas y petróleo, aviación, turismo, salud, transporte y el sector financiero.
El turismo es característico de lo que son las afectaciones del cambio climático, resaltó el especialista.
"En México tenemos un alto porcentaje de ingreso por turismo, primordialmente en las zonas de
playas. Si se piensa en los daños que en ellas ocasiona el calentamiento global, se tendrán claros los riesgos", dijo González.
Por ejemplo, citó que si hay un cambio de 4 grados en la temperatura del agua de las costas, la
vida marina puede morir o transformarse.
"En México tenemos el segundo arrecife más grande e importante del mundo en la Riviera
Maya, si cambia la temperatura, este se puede destruir afectando significativamente la región, no sólo a nivel ambiental, sino a todos los negocios que se mueven alrededor de éste", agregó.
Las PYMES deben recordar que cualquier riesgo trae una oportunidad, sostuvo González, "la
oportunidad es diferenciarse de las grandes o medianas empresas, y si como empresa logro esta diferencia y demuestro que soy sustentable y amigable con el medio ambiente, entonces tendré más oportunidades", concluyó.