Por Arturo Montory G. Envíe sus comentarios a editor@caballoyrodeo.cl Efectuado los cuatro clasificatorios el balance es altamente positivo para el rodeo, Temuco, Curicó, Pemuco y Las Vizcachas presentaron recintos sobresalientes, medialunas impecables, recintos de restoranes y stand adecuados, picaderos, pesebreras, baños en buena forma, estacionamientos, ingresos, orden interior impecables. Curicó y Pemuco se lucieron, el primero recuperó un primer plano nacional y el segundo sorprendió a todos. Que buenos dirigentes tiene el rodeo, Oscar Lería, Patricio Urzúa, Antonio Peña en Temuco, César Núñez, Mario Márquez, Víctor Santa Maria, José Miguel "Coto" Quera en Curicó, Alfonso Bobadilla, Juan Alberto Carrasco, Jonhson Guíñez de Pemuco, Rolando Varela, Andrés Toro, Juan Carlos Moraga, en Las Vizcachas, dejaron claro que las personas que les toca dirigir el rodeo, son además de intachables, trabajadoras, apasionadas con lo que hacen, no escatiman esfuerzo por lograr su objetivo, con el solo premio de la labor bien cumplida. Hay una buena cantidad de horas, quitadas al trabajo particular de cada uno y dedicadas exclusivamente al rodeo, a lo menos tres a cuatro meses muy intensos. Da gusto ver los dirigentes cooperando y sacando adelante sus objetivos cumpliendo cualquier labor que los requiera de inmediato. El rodeo tiene la suerte de poseer una cantera de dirigentes inigualable, razón por la cual ha llegado a las alturas en que se encuentra. El ganado corrido en los diferentes rodeos fue de buena calidad en general, es de esperarse que los más delgados caigan en las atajadas, aguanten poco, y que los más pesados a los caballos les cueste más llegar con ellos a las banderas. Pero corrían que es lo más importante, orillados o cargados son problemas que tienen que solucionar los jinetes, de eso se trata el arreglo de los caballos a la chilena. Algunas lesiones de caballos ensombrecen el horizonte, esos ejemplares no debieran haberse presentado a correr, no es una buena imagen para nadie. Los grandes corrales estuvieron un poco disminuidos respecto a años anteriores y permitió la irrupción de nuevas figuras huasas, jinetes jóvenes algunos, otros poco vistos en estas alturas, lo que hace muy bien a la competencia, le da emoción y suspenso, pero en Rancagua es otra cosa y destronar a los grandes no será cosa fácil, pero siempre existe esa posibilidad. En cuanto a los caballos, no han destacado estrellas, hay una buena cantidad de caballos buenos, crack ninguno, hace falta algunos que hagan gozar a la galería, siempre aparecen, creo que esta etapa se han lucido mas los jinetes que los caballos, hay una buena cantidad de ellos, la media de calidad cada año ha ido subiendo, resultado de las altas exigencias de los jurados, parece extraño pero ha rendido sus frutos, hay mas jinetes buenos que antes, en cantidad. En cuanto a los jurados, parejos y correctos, ya no se ven golpes a los novillos, se castiga con celo la mala intención, la ayuda de compañero es sancionada, las atajadas suaves pero correctos se dan, ya no se detienen los jinetes a "hacer tijeras" y volver intencionadamente al novillo, se castiga de inmediato, las carreras son mas rápidas y limpias, se ha progresado una enormidad en ello, lo que demuestra que no había razón para demorar tantos años en efectuar reformas al reglamento de corre en vacas correctoras de dichos defectos. La presentación de las pistas y atajadas impecables, el apiñadero y sus puertas buenísimas. Lo que me parece que aún debe mejorar es la poca presencia de los jinetes en competencia dentro de la medialuna, es imperdonable su ausencia, falta mano dura del delegado y capataz. La aplicación de las normas reglamentarias, en cuanto a aperos, vestimenta, frenos, presentación del jinete y caballo montado, ha sido valiente y eficaz, como toda medida extrema ha causado algunos resquemores, pero algún día tenia que empezar, nada nuevo se ha exigido, todo esta en el reglamento. En cuanto a la rienda aun falta camino que recorrer, la jura no me ha parecido adecuada en algunos casos, faltan conocimientos mas técnicos, es una demostración de "alta escuela ecuestre huasa", no pruebas de demostración de dureza hacia el caballo, la rienda es suavidad de manos, concentración, belleza, uso adecuado de las ayudas, continuidad, caballos alegres, hocicos cerrados, colas firmes, espuelear un caballo antes de girar en una pata no es correcto, tampoco tirarlo de la rienda de afuera, el caballo que se detiene antes que el jinete le indique lo que debe ejecutar debió ser eliminado, no cumple el requisito básico de adiestramiento que es la obediencia a su jinete, es una prueba montado no de un caballo que se mande solo. Lo importante es la buena cantidad de participantes hombres y mujeres, eso es altamente positivo, siempre que la calidad se mantenga. En cuanto a la belleza morfológica y racial de los caballos en competencia, aún hay mucho que mejorar, muchísimo en verdad. Si al centro de la pista hubiera que sacar 10 caballos para el Sello de Raza, estoy seguro nunca se completaría esa cantidad. MÁS INFORMACIÓN PINCHA AQUÍ http://www.caballoyrodeo.cl/ |