EL PAPA EN USA
Tercer aniversario de pontificado del Papa en Nueva York
El Papa ha oficiado una misa en la catedral, en el centro de la ciudad, zona que ha quedado prácticamente aislada debido a las fuertes medidas de seguridad
Nueva York. (EFE).- Benedicto XVI ofició hoy en la catedral de San Patricio la primera misa nunca celebrada en ese templo católico por un Papa, mientras en el exterior miles de fieles esperaban su salida y desde el cielo neoyorquino helicópteros de la Policía vigilaban la seguridad de Manhattan.
Este acto religioso se considera un momento histórico, pues aunque Pablo VI y Juan Pablo II visitaron la catedral más grande de Estados Unidos durante sus respectivas visitas a Nueva York, no celebraron el rito religioso como hoy lo hizo su sucesor.
Entre aplausos y gritos de "viva el Papa", el pontífice -que hoy cumple el tercer año de su elección al frente de la Iglesia Católica- fue recibido por 3.000 sacerdotes, diáconos y otros religiosos en la catedral, tras escuchar las palabras de bienvenida del arzobispo de Nueva York, cardenal Edward Egan.
Poco antes, a las puertas de la catedral, el Obispo de Roma bendijo el templo y fue recibido por el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg y su esposa, que asistieron al oficio, en el que el Papa se refirió a los desafíos que la Iglesia en general, y la estadounidense en particular, tiene que afrontar.
Durante la procesión de entrada y mientras el Papa se dirigía, entre los cánticos propios de la época de Pascua, al altar para celebrar la eucaristía, muchos sacerdotes sacaron de sus sotanas cámaras fotográficas para captar una instantánea de Benedicto XVI.
La catedral de San Patricio, que cada domingo celebra misas en 35 idiomas diferentes, se consagró en 1879 y es considerada, según recordó hoy mismo el cardenal Egan, "centro espiritual de la vida católica de Nueva York y de veneración para los católicos de Estados Unidos y del resto del mundo".
La misa, celebrada en inglés y con la lectura de alguno de los pasajes en español o portugués, entre otros idiomas, fue retransmitida en directo por los principales canales nacionales de la televisión estadounidense.
El coro de San Patricio interpretó para esta misa diferentes himnos religiosos, acompañados de algunos movimientos de la novena sinfonía de Beethoven, así como de otras piezas religiosas de Bach y Brahms.
En el exterior, la Policía de Nueva York diseñó un perímetro de seguridad en torno al templo, protegido por agentes y otros cuerpos de seguridad, como la Oficina Federal de Investigación (FBI), unidades antiterroristas, Servicio Secreto (encargado de proteger a los dignatarios extranjeros en suelo estadounidense) y seguridad vaticana.
La comitiva que acompaña los desplazamientos de Benedicto XVI por las calles neoyorquinas va rodeada por 30 motoristas, así como de una veintena de coches identificados y no identificados de la Policía de la ciudad.
Las medidas de seguridad son tales que, según dice hoy The New York Post, agentes del Servicio Secreto que custodian la residencia del nuncio papal ante la ONU, Celestino Migliore, pidieron el viernes su carné de identidad al cardenal Egan cuando acudió a reunirse con Benedicto XVI.
Además, personal de ese mismo cuerpo de seguridad prueba todas las comidas del Papa, agrega el diario.
El responsable de la Policía de Nueva York, Raymond Kelly, que lleva preparando esta visita desde octubre pasado, dispuso de 2.000 agentes y ordenó un perímetro de seguridad en torno a la Quinta Avenida, desde la calle 42 a la 59 de Manhattan.
El Papa tiene la misma protección que un jefe de Estado y es recibido en su doble condición de líder religioso y político como cabeza del Vaticano.
El nivel de seguridad desplegado por las autoridades neoyorquinas es igual o superior al aplicado durante la celebración de la Asamblea General de la ONU que se celebra en septiembre de cada año y que recibe a jefes de estado y de gobierno y ministros de Exteriores de un centenar largo de países.
Finalizada la misa en San Patricio, está previsto que el Papa salga a saludar a los 5.000 fieles a los que la archidiócesis de Nueva York repartió entradas para escuchar y ver la homilía mediante dos pantallas de televisión gigantes ubicadas a ambos lados de la catedral.
Muchos de ellos, que pasaron la noche en la calle para lograr una buena posición, aplaudieron las palabras del Papa, al igual que en el interior hizo el clero estadounidense.
Benedicto XVI iniciará después el recorrido en "papamóvil" hasta la residencia del nuncio, en la calle 72, y desde el vehículo saludó a los católicos neoyorquinos y a los muchos turistas y visitantes de este y otros países que se han desplazado para la ocasión.
Saludos
Rodrigo González Fernández
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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